El cantante Zack de la Rocha y el guitarrista Tom Morello, fundadores de la banda californiana Rage Against The Machine, defendieron desde el Escenario Mundo de Rock in Río Madrid el sonido único de una banda que ha sido, es y será icono de la contracultura americana.

Los de Los Ángeles subieron al cielo de la Ciudad del Rock para descender sobre el Escenario Mundo, que terminó siendo un infierno con Morello y De la Rocha como perfectos anfitriones, que contaron desde el primer acorde de "Testify" con la complicidad de 30.000 almas convocadas.

Rage Against The Machine ha convertido Rock in Río en un lugar de peregrinación obligado para miles de admiradores de la banda, que han de sentirse orgullosos de presenciar un concierto único que jamás podrán olvidar.

La revolución no fue televisada porque este grupo no permite la grabación de su espectáculo. Una noticia muy mala para los que siguieron el festival desde sus casas, pero muy buena para los más de 30.000 afortunados desplazados hasta la Ciudad del Rock.

Como siempre deslumbró la técnica de Morello, capaz exprimir su guitarra hasta la extenuación y crear melodías que exigen un don especial para poder realizarlas.

Puños en alto, litros de líquido desparramados por los aires y mucho movimiento en las primeras filas demuestran la pasión que levantan estos ídolos de conciencia altermundista.

También empujones y algunos "pogos" -una especie de círculo donde el baile es un completo sinsentido- animaron al público a creer que Rage Against The Machine siguen siendo hoy tan grandes como en los 90, pese a que su trayectoria se haya visto interrumpida en varias ocasiones por el compromiso político de De la Rocha.

El repertorio de la banda fue un resumen perfecto de lo mejor de su carrera. "Enemy", "Bulls on Parade", "Like a Bomb" o "Guerrilla Radio" son el mejor ejemplo de temas que convirtieron a este grupo en un mito urbano. Incluso hubo tiempo para la Internacional, el himno que mejor refleja la ideología del emblemático grupo.

"Muchísimas gracias, gracias a todos" fueron las palabras finales de De la Rocha, que se despidió a la grande con "Killing in the name of", el último y más esperado hit de los californianos, que dejaron un buen sabor con un directo impecable.

Antes de la actuación de Rage Against The Machine, el cuarteto californiano Jane's Addiction puso a vibrar en el Escenario Mundo a las 30.000 almas reunidas en la Ciudad del Rock, que entraron en calor con los movimientos espasmódicos del carismático Perry Farrell y los riffs eléctricos de Dave Navarro.

Acompañados del exbajista de Gun's N' Roses, Duff McKagan, el cuarteto realizó un repaso por todos sus éxitos. Canciones como "Ain't no night", "Had a dad", "Three days", o "Superhero", fueron animadas por el público reunido en la Ciudad del Rock de Arganda del Rey (Madrid), que terminó por rendirse al histriónico Farrell con los clásico "Jane says" y "Chip Away".

Pero antes de Jane's Addiction, los raperos Cypress Hill desafiaron al mal tiempo, y salieron al escenario dispuestos a presentar los temas de su octavo disco "Rise Up" (2010), en el único directo programado por el momento para la banda en España.

Tras seis años de silencio, este grupo californiano, formado por los vocalistas B-Real y Sen Dog, el DJ Julio G -en sustitución del DJ Muggs, habitual del grupo- y el percusionista Bobo, realizaron un viaje por seis de sus ocho discos e interpretaron algunos de sus mayores éxitos como "Insane in the Brain" o "How I could just kill a man".

Y como colofón a la jornada, los ritmos electrónicos de Dj Tiësto serán los encargados de bajar el telón de la cuarta fecha del festival Rock in Rio Madrid 2010, que finalizará el próximo lunes cuando el rock más metalero vuelva al Escenario Mundo de la mano de Sòber, Motörhead y Metallica.