Severa y oscura como las circunstancias en las que Miguel Hernández forjó su poesía, reflectante y luminosa como los versos que dejó su espíritu. Con estos términos definió ayer el escultor alicantino Víktor Ferrando la monumental pieza de hierro que ha trabajado durante seis meses para que la ciudad donde murió el poeta no olvide nunca a uno de sus paisanos más célebres. El artista, que define su estilo como neofuturista, presentó ayer en el Ámbito Cultural de El Corte Inglés Existencia Coaxial, una suerte de panel compuesto por material ferroviario -donado por FGV- que ha servido de base a Ferrando para reflejar la importancia de la vida del poeta oriolano sobre su propia obra. Este homenaje, de 3 metros de altura y 6.450 kilos de peso, supone para el artista "el primer recuerdo escultórico de Miguel Hernández en el centenario de su nacimiento". La obra, que se inaugura públicamente el lunes en la entrada principal de El Corte Inglés de la avenida Maisonnave, cuenta con una serie de cubos retráctiles sobre los que se atornillarán 16 placas con los 16 versos de los poemas El niño yuntero y El tren de los heridos. Permanecerá expuesta hasta el 31 de agosto, fecha en que, según Miguel Valor, edil de Cultura de Alicante, se trasladará "a un espacio relevante" de la capital.