Después de cincuenta años subido a los escenarios abanderando el rock and roll español, Miguel Ríos prepara una gira de tres conciertos con la que pondrá punto y final a su carrera musical, lo que le permitirá centrarse en su "asignatura pendiente", la de "aprender a vivir sin uniforme rockero".

El cantante granadino presentó ayer su gira "Bye Bye Ríos Rock hasta el final", que tendrá su pistoletazo de salida el próximo 17 de septiembre en el Palacio de Deportes de Granada, para después ir al Sant Jordi Club (4 de noviembre) y al Palacio de Deportes de Madrid (6 de noviembre). Aunque explicó que las razones de su despedida las escribirá en un libro, el cantante aseguró que ha tomado esta decisión "por razones de dignidad artística", haciendo bueno un dicho de su propia madre que rezaba que "no hay nada más feo que un viejo en un escenario". Ríos tiene la idea de "dejar un bello recuerdo" y que la gente se acuerde de él "casi en plenitud, con la suficiente gallardía rockera", para que sus seguidores vayan a su gira con la esperanza de encontrar "algún guiño nuevo". Lo más importante de su carrera, según dijo, es que las personas que hacían colas y ahorraban para asistir a un concierto suyo sintieran que "el precio justo de una entrada le satisface", lo que ha calificado como el paradigma de su existencia.