El cine es glamour, fascinación, alfombras rojas y fiesta. Pero también es un medio de comunicación muy potente mediante el que se pueden transmitir valores como la tolerancia, el respeto y el rechazo a la violencia de género. El Festival de Cine de Alicante es consciente de ello y por eso dedica una de sus secciones a la solidaridad, en la que se emitirán tres largometrajes y un cortomotraje entre hoy y el viernes.

La primera cita con la sección Cine Solidario es a las 21 horas de esta noche en las instalaciones del Club INFORMACIÓN, donde se proyectará Myna se va, largometraje que cuenta los abusos sexuales a los que se ve sometida una inmigrante ilegal. La cinta, dirigida por la alicantina Sonia Escolano y Sandrac González y protagonizada por María del Barrio, cuenta con el plano secuencia más largo de la historia del cine español, 33 minutos de toma única.

Mañana será el turno de La Nakba permanente, un filme que aborda un tema que vuelve a estar de actualidad, el conflicto palestino. La proyección será en la Sede Ciudad de la Universidad de Alicante. El ciclo solidario se cerrará el viernes en el mismo lugar con la exhibición del corto Hesmiferio y, a continuación, El camino sin fin, dos piezas que abordan el asunto de la inmigración. Hemisferio fue rodado en Alicante y cuenta con Hugo Silva y Fernando Guillén Cuervo.

"El festival debe apoyar causas así. Estas películas no se suelen ver en salas comerciales", declara Vicente Seva, director de una muestra alicantina que por cuarto año consecutivo reserva un espacio importante para la solidaridad. La situación de la mujer dentro de la etnia gitana o los dilemas que debe afrontar un funcionario de prisiones son asuntos tratados en anteriores ediciones.

El Ayuntamiento de Alicante colabora con la iniciativa. "Lo hacemos porque se trata de un asunto importante para todos", manifiesta Asunción Sánchez Zaplana, edil de Acción Social. "Estas temáticas son difíciles de comunicar y es complicado que lleguen a la sociedad", concluye la concejala.

Javier Albarracín, productor de Myna se va, cuenta que en la película que se emite esta noche "denunciamos la violencia, tanto física como psíquica, a la que se ven sometidas muchas mujeres. Es un filme duro porque muestra lo que pueden llegar a sufrir". La cinta ha logrado hasta el momento siete galardones y ha participado en la sección oficial de trece festivales. Y todo ello con un presupuesto de 2.500 euros.

Seva felicita a Albarracín porque "aparte de contar una historia, la película tiene una gran presentación". La cinta se ha filmado en la provincia de Alicante y varios de sus actores son locales. Albarracín destaca que la directora Sonia Escolano puede llegar a ser "una cazatalentos en la zona".