rihuela decidió ayer a petición de Los Verdes declarar "ilegítimo" un informe municipal elaborado por el Ayuntamiento en 1939 a petición del Juzgado Militar y que sirvió para condenar a Miguel Hernández a acabar muriendo en la cárcel. En este informe no se le atribuye actividad política, pero se asegura que "realizó propaganda de sus ideas", según el edil verde Manuel Culiáñez. El poeta lo desconocía, dijo el mismo concejal, puesto que escribió a su mujer, Josefina Manresa pidiéndole que reuniera documentos favorables sobre su conducta antes de la guerra, también en su Ayuntamiento.

El gesto de Orihuela es puramente simbólico, pero viene a significar, según Culiáñez, que "ningún oriolano sufrirá nunca más un informe de esta institución u otra que lo condena por sus ideas políticas". El popular Antonio Lidón quiso reiterar su intención de "resarcir la memoria del poeta", aunque también que "ya toca mirar hacia delante, que no "empachemos" a los ciudadanos". El único grupo que se descolgó de la unanimidad fue Centro Liberal Renovador, cuyo edil, Pedro Mancebo, a la sazón abogado, creyó que el término "ilegítimo" no se ajustaba a derecho y acabó absteniéndose por "un matiz técnico". Para la socialista Ana Mas, era un término "perfecto" porque "en su momento fue legal, pero ahora es incorrecto desde el punto de vista de la ética".

Una de las anécdotas de este debate fue que entre el público sonó un móvil con "La Internacional" como melodía. La alcaldesa, Mónica Lorente (PP), llamó la atención en tono de humor sobre los "mensajes subliminales".

Legado

Más controvertida fue la negativa de la edil de Cultura, Pepa Ferrando, a crear una comisión con la oposición para negociar con la familia del poeta que su legado se ubique en Orihuela. Ferrando dijo que la oposición quiso "comprarlo cueste lo que cueste", y les acusó de "haber jugado a la bolsa" con su actitud (incrementando el precio que pide la familia). Dijo que lo aceptaría si lo donaran, pero que fue llevado a Elche por una decisión "que hay que respetar" de la viuda del poeta. Descartó dejar de hacer un centro ocupacional con "los dos o tres millones que costaría el legado" y sentenció que "no se negocia con quien no tiene interés en negociar". Concluyó que "no es vital, no importa que esté en Elche, porque todo el mundo asocia Elche con su dama aunque esté en Madrid y nosotros somos legítimos poseedores del legado vital y de la obra de Miguel Hernández. Si son tan cortos de visión que para entender el legado hernandiano necesitan ver los papeles, creo que quienes se están quedando cortos son ustedes".