"La conciencia de felicidad me liberó de la dimensión físico-dependiente de la afirmación de que quien toma conciencia de la felicidad es porque ha dejado de ser feliz". Podía aplicarse a cualquiera de las facetas de su vida, pero Martínez Bernicola escribió estas palabras para este periódico en referencia a una actuación de Eva Yerbabuena. Y es que el flamenco era para él una filosofía de vida, equiparable a la política o la enseñanza. Mezclarlo con lo primero era más difícil, aunque también lo hizo, pero con lo segundo pudo hacerlo muy a menudo. De hecho, desde 2003 organizaba un curso de flamenco en la Sede Ciudad de la UA, además de conciertos en el Club INFORMACION, con algunos de los grandes nombres y voces del cante, como Carmen Linares, Enrique Morente, José Menese, Curro Piñana...

Ya era amigo de los grandes en los años 70, cuando comenzó a colaborar en la primera ejecutiva provincial socialista para las elecciones de 1977. Después lo hizo también en las campañas electorales celebradas entre el 82 y el 91. Con su carácter conciliador e inteligente. En el 83 se presentó en la lista del PSOE para las municipales, encabezada por José Luis Lassaletta. Con él como alcalde, asumió la Concejalía de Educación y Cultura durante dos legislaturas. La tercera, y última de su carrera política, la protagonizó ya con Ángel Luna como primer edil de la ciudad.

Durante su labor como concejal, Bernicola consiguió que se recuperase una programación asidua en el Teatro Principal, transformó la antigua Lonja del Pescado en sala de exposiciones, abrió el Archivo Municipal en su actual emplazamiento, apoyó la creación del Festival Internacional de Música Contemporánea de Alicante, así como la Muestra de Teatro Español de Autores Contemporáneos y el Festival Internacional de Títeres de Alicante, citas culturales que todavía se mantienen en la actualidad.

Su última apuesta, la ampliación del Museo de la Asegurada. Antes de abandonar la política en 1995, dejó listo el proyecto. Aunque nunca se llegó a ejecutar.