Ya está todo listo para recibir esta noche al Boss, que actuará sobre un escenario de 25 metros, el mismo que llevará hasta Santiago, con dos pantallas gigantes y 360.000 vatios, 240.000 de luz y 120.000 de sonido. Lo que está siendo todo un misterio es su llegada y el lugar de alojamiento. Unas fuentes aseguraban que el cantante dudaba entre dos hoteles de cinco estrellas, pero ambos establecimientos lo negaron. La organización por su parte afirmó en principio que llegaría ayer en avión, sin confirmar si privado o de línea regular, pero luego informó de que el cansancio acumulado le obligó a retrasar su vuelo y esta prevista su llegada hoy a mediodía. También se dijo que, tras el concierto, prolongaría su estancia en la provincia aunque es posible que vuelva a San Sebastián donde al parecer ha fijado su cuartel general para la gira española.

Mientras, los primeros seguidors de Springsteen, de los 30.000 que se esperan hoy, ya están colocados en las inmediaciones del estadio. Una tienda de campaña en la puerta marca el territorio del primer joven que llegó a esta zona, donde ha dormido asegurándose su pulsera para ver y escuchar al Boss desde una posición privilegiada. Los de siempre, "los locos que le perseguimos por Europa y por España", afirma Laia, que ha venido desde Barcelona, esperan desde el martes por la noche para ver a su ídolo. Estos incondicionales son el principio de una cola que esta tarde será interminable y que se esfumará sobre las siete, cuando se abran las puertas, dando lugar a una marea humana que se concentrará dentro del campo esperando a "Dios", como algunos le tildan al inicio de la cola.

Una lista reserva el puesto de los primeros en llegar, que han venido desde Suecia, Holanda, Inglaterra y diversos puntos del territorio nacional. Algunos se quedan a dormir, otros se van y vuelven para hacer acto de presencia. "Nosotros estamos en un hotel aquí al lado y nos despertamos cada tres horas para estar cuando pasen lista", cuenta Laia. Entre los primeros nombres hay personas que vinieron desde Sevilla al acabar el concierto el martes por la noche sin detenerse a dormir. "Siempre nos encontramos con la misma gente. Sus conciertos son fuente de amistades", cuenta Laia y destaca el efecto adictivo del Boss, "quien le ve una vez, vuelve. Él disfruta de la interacción con sus seguidores".

Bruce Springsteen llega desde Sevilla para interpretar, a lo largo de tres horas, temas emblemáticos de su amplio repertorio con la posibilidad de versionar temas de bandas legendarias del rock como Creedence Clearwater Revival, The Who o ZZ Top.