"Intentan poner de relieve esa idea que tenemos de que la realidad es mucho más frágil de lo que nos pueda parecer en un primer golpe de vista", explicó hoy el fotógrafo en declaraciones a Efe, momentos antes de inaugurar su muestra en el Instituto Cervantes de Tokio.

La exposición está formada por 64 fotografías tomadas por Madoz entre 1990 y 2006 en su estudio de Galapagar (Madrid), 23 de las cuales son de la colección particular del autor y el resto del Ministerio de Cultura.

Las imágenes recogen objetos que han sido sometidos a manipulaciones o alteraciones muy elementales, gracias a las cuales ofrecen "una opción distinta" del concepto que tenemos de ellos.

Un servilletero en el que se ha introducido, en lugar de servilletas de papel, la página de un libro podría ser un ejemplo de lo que Madoz trata de transmitir con su fotografía.

El artista madrileño, que fue reconocido con el Premio Nacional de Fotografía en el 2000, explicó que no titula sus trabajos porque su intención es "dejar la imagen abierta a cualquier interpretación".

Lápices, utensilios de cocina, numerosos libros entre los que figuran títulos como "Las Mil y Una Noches", o cubitos de hielo son algunos de los objetos retratados por el artista.

Destacan también en sus fotografías elementos simples, como unas fichas de dominó, cuyos únicos colores sintonizan con la tendencia blanquinegra del autor.

Tras visitar Pekín y Tokio, "Poética" se exhibirá en Nueva Delhi, pues su discurso visual permite el acceso de "cualquier otra cultura", recordó Madoz.