El departamento de la Xunta, propietario de la parcela, explica en un comunicado que se trata de restos de un sistema de canalización de aguas perteneciente a la ocupación romana del solar durante la época del bajo imperio, en los siglos III-IV.

El informe arqueológico detalla que la cloaca fue reutilizada como red de saneamiento del inmueble en los siglos XVIII-XIX, algo "muy común en Lugo, como se ha visto en otras intervenciones en la ciudad".

Los vestigios se han localizado entre los 50 y 80 centímetros de profundidad con respeto a la cota actual del suelo de la planta semisótano, por lo que el informe constata que "los niveles de ocupación romanos y medievales se localizan a una cota muy próxima a la actual, siendo destruidos por los momentos más recientes de ocupación del solar".

Como consecuencia de este descubrimiento, la Consellería ha decidido modificar el proyecto previsto para la rehabilitación del edificio, renunciando a una parte de la edificabilidad para uso residencial.

Así, la planta semisótano no será ocupada y se destinará a la conservación de la calzada y la cloaca romanas, que serán visitables y abiertas al público.