Un conductor de un todoterreno que el 3 de marzo de 2007 atropelló a una joven de 34 años en la autovía Mudéjar, en Sot de Ferrer (Castellón);, reclama al heredero de aquélla -su padre-, que pague los daños causados en su vehículo, y que ascendieron a 6.695 euros. El conductor fue absuelto, por una juez sustituta del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Segorbe, de la falta de imprudencia que le imputó el abogado de la familia de la víctima.

La juez de dicho órgano consideró probado que sobre las 22.40 horas del 3 de marzo de 2007, un vehículo todoterreno circulaba por la A-23, por el carril derecho, dirección Teruel, cuando, al llegar al kilómetro 21,300 del término de Sot de Ferrer, atropelló a una peatón, que falleció. La víctima "iba vestida con ropas oscuras y no portaba ninguna prenda reflectante. La autovía carece de alumbrado público en ambos márgenes de la vía y la noche del accidente se produjo un eclipse total lunar", según la sentencia.

La resolución se basa en la declaración del denunciado, que dio negativo en la alcoholemia, y en el atestado, que fue ratificado por el instructor. Por ello, la juez considera que el conductor no cometió ninguna imprudencia al tiempo que rechaza los argumentos de la parte denunciante.

Ésta mantenía que la víctima caminaba por el arcén de la autovía cuando fue atropellada. Sin embargo, la juez considera que esa "tesis tropieza con dos obstáculos fundamentales". Uno se refiere a la "indebida presencia de la peatón en la autovía", conducta que está prohibida en el Reglamento General de la Circulación. La segunda de las circunstancias se refiere a "la total carencia de pruebas de que el atropello se produjera en el arcén de la carretera y no en el carril por el que circulaba el conductor".

Ramón Costa, el padre de la joven fallecida, insistió ayer en que "quiero que se haga justicia. Toda la vida tiene un precio y si me tienen que indemnizar, que lo hagan".