H ace apenas un mes y medio que asumió su cargo como director de la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes y ya ha tenido tiempo de preparar su propuesta de trabajo para 2008. Fue el pasado lunes cuando Enrique Rubio, junto al Comité Científico de la BVMC, se reunió en Madrid con el Consejo Científico de la Fundación de la Biblioteca Virtual, presidida por el escritor Mario Vargas Llosa, para presentar su programa para el nuevo año.

Entre los proyectos más ambiciosos que se ha marcado como objetivo está la firma de un convenio con todas las universidades españolas para abrir la «Miguel de Cervantes» a los fondos antiguos de esas instituciones. «Poder tener todo el fondo antiguo de Salamanca, Sevilla, Santiago de Compostela o Valencia es una gran riqueza, un gran escaparate de la cultura». Rubio afirmó que ese proyecto comenzará con las universidades españolas y, en el futuro, «pensamos continuar con otros centros de diferentes países, sobre todo latinoamericanos».

También se ha marcado como objetivo introducir el centro dependiente de la Universidad de Alicante en Estados Unidos, «porque el mundo de la cultura hispana está muy integrada en EE UU». De esta manera, afirma, «queremos ser un referente de la cultura hispana en Estados Unidos». Este proceso se realizará, según el catedrático, a través de la firma de convenios con diferentes universidades norteamericanas.

Otro de los retos de Enrique Rubio está en conseguir completar «el canon de la literatura española, la base literaria, lo fundamental de nuestra producción literaria, desde Berceo a la actualidad, porque cada país tiene una serie de escritores que configuran su referente». Para ello, afirma, «quiero volver a las raíces de la Biblioteca Virtual, que se creó como una biblioteca literaria con una predilección por la hispanoamerciana». El primer paso será la literatura española, «sin dejar a un lado la de América Latina y la literatura catalana», destaca el director de este centro.

En este sentido asegura que «ahora veo desniveles entre el siglo XVI y XVII, y creo que debemos apostar por completar esas carencias para que la Biblioteca Virtual se consolide aún más». Rubio considera que «es una biblioteca de calidad, no apostamos por la cantidad, nosotros funcionamos por criterios filológicos, por el rigor científico».

El responsable de la BVMC pertenecía desde hace tres años al Comité Científico y contribuyó al desarrollo de varios portales, como el de Galdós, Valera o el dedicado a novela histórica española. «No hay contraposición entre un lector clásico como puedo ser yo y el mundo virtual. La literatura no está reñida con las nuevas tecnologías». Así, destaca que «la literatura, el libro, pertenece al placer, pero para la investigación la tecnología se convierte en una herramienta imprescindible».