H an pasado por el IVAM de Valencia, el Paseo del Prado de Madrid, las calles de Valladolid y Santiago de Compostela, el Parlamento de Galicia y lugares emblemáticos de Nueva York. El próximo sábado, Cristóbal Gabarrón (Mula, 1945); traerá a Alicante «Los silencios de Colón», una serie de diez esculturas que se ubicarán en el tejado de la sala cuartel Felipe II del Castillo de Santa Bárbara de la ciudad.

El artista murciano realizó estas diez obras, que permanecerán en Alicante hasta finales de abril, en homenaje a la figura del descubridor de América. Una decena de esculturas que en algunos casos superan los dos metros de altura y que el autor ha realizado a partir de los misterios, las leyendas o las lagunas históricas que existen a su alrededor. De ahí el título de la muestra, que incluye obras alegóricas a su trayectoria como marinero, la fortuna, los indígenas o el error sobre la llegada a las Indias.

Todas ellas, piezas abstractas con el habitual e intenso colorido de las últimas series de este artista, como las que también dedicó al Quijote con motivo del cuarto centenario de su publicación y que se mostraron igualmente en diversas ciudades el pasado año.

Así, Cristóbal Gabarrón pretende, según la presentación de la muestra, construir al personaje, de ahí que quiera poner de manifiesto los misterios que rodearon la vida, profesión, viajes, incluso su origen y la duda sobre su preparación científica pese a ser un excelente marinero. Está demostrado que también estuvo confundido en muchos cálculos sobre la distancia y el tiempo de navegación. El artista lo que hace es interpretar la figura del descubridor sumergiendo al espectador en el personaje y ofreciendo otra realidad distinta a la que conocemos.

La exposición, que ha sido comisariada por Consuelo Ciscar, directora del IVAM, está integrada por figuras de fibra de vidrio que buscan el diálogo no sólo con el espectador sino también con el entorno en el que se ubican.

Gabarrón cierra con esta exposición una intensa temporada que comenzó a finales de 2005 con una gran antológica de su obra en el Museo Chelsea de Nueva York y que más tarde se exhibió en el IVAM. Después continuó con una muestra en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, para seguir con la exhibición de «Los silencios de Colón» en la isla de Manhattan. Allí, la diez piezas de esa serie se ubicaron en algunos de los espacios más emblemáticos de la ciudad. Entre ellos, Columbus Circus, junto a Central Park; la Plaza Simon Bolivar o Saint Mitchell Square.