Esta cinta, producida por Lukantum producciones y ganadora de los premios a la mejor película en los festivales estadounidenses Indie Fest de Los Ángeles e Indie Catering de Ohio y finalista en otros certámenes de Nueva York y Londres (Reino Unido), se ha presentado hoy en Alicante.

María del Barrio da vida a Myna, una joven procedente de un país de Europa del Este que reside de manera ilegal en España, donde trabaja como asistenta del hogar en casa de un matrimonio (Chema Rolland y Diana Facen) y su hijo.

La pareja se va de viaje y dejan a cargo de Myna al niño (Francisco Sala), quien sufre un grave accidente.

La asistenta decide no llevar al menor a un hospital porque sabe que la deportarán nada más pisar el centro sanitario, por lo que busca ayuda en la clandestinidad, lo que le acarreará una serie de problemas.

Sadrac González ha indicado que "Myna se va" pertenece al género del cine naturalista, una categoría de la que apenas existen ejemplos en el cine español y mucho más consolidada en el séptimo arte de otros países europeos, como Francia y Alemania.

El realizador, que ya había trabajado con Sonia Escolano en la dirección de cortometrajes, ha asegurado que el presupuesto de la cinta ha sido de 6.000 euros, por lo que ha considerado que "con poco dinero se han conseguido grandes logros".

Preguntado por la posibilidad de presentar el filme en festivales cinematográficos españoles, González ha considerado que "nadie es profeta en su tierra" y que la repercusión que la película ha tenido en Estados Unidos es difícil de igualar en España, aunque ha añadido que "hay expectativas" de presentarla en certámenes nacionales.

"A los españoles les encanta el cine estadounidense y en los Estados Unidos gusta el cine que se hace fuera", ha resumido el director.

Por su parte, la protagonista ha explicado que recibió ayuda psicológica para afrontar la dureza del plano secuencia en el que es violada, así como asesoramiento lingüístico para rodar una escena de siete minutos en los que habla íntegramente en ruso.

Acerca de esta última secuencia, de la que sólo se rodó una toma, Del Barrio ha asegurado que lo más difícil no fue hablar en una lengua extranjera, sino soportar la "carga psicológica" de la escena.

El productor de "Myna se va", Javier Albarracín, se ha mostrado convencido del "éxito" de esta película, que, tras pasar por varios festivales, se estrenará en las salas de cine.

Albarracín ha señalado que "el poco dinero se suple con mucha ilusión" y que la calidad del filme "se basa en el talento, la imaginación, la cercanía y la sencillez".

Asimismo, Francisco Sala, de nueve años y cuya primera experiencia cinematográfica ha sido "Myna se va", ha explicado que su método para meterse en la piel de Pablo, el niño que cuida la protagonista, se imaginaba que estaba "en otro mundo".

Fran, como le llaman, es sobrino del productor y ha avanzado que si le piden que participe en otro rodaje, él lo hará "encantado".