Todo se está fraguando a través de «whatsapp» entre los equipos de la LEB y es la única esperanza que tiene el Lucentum de volver a jugar en la Adecco Oro. Los clubes se reúnen mañana con el único objetivo de pedir a la Federación Española de Baloncesto una rebaja considerable tanto del aval (180.000 euros) como de la inscripción (40.000) que necesitan ahora mismo para entrar en la categoría de plata.

Los clubes plantearán a los responsables de la FEB una «reorganización» de las categorías, ya que ahora mismo no llegan a 20 equipos entre Adecco Oro y Plata, con lo que la situación es crítica. En la categoría de plata solamente existen 6 ó 7 inscripciones correctas, por lo que se hace imposible comenzar la competición en esas condiciones.

Para convencer a la FEB, los dirigentes de los equipos de la LEB se plantean incluso convocar una huelga, ya que, según rezaba uno de los «whatsapp», «con ese número no se juega».

El malestar es evidente entre las entidades. Los equipos atraviesan momentos delicados y las condiciones de la FEB son imposibles de asumir ahora mismo. Óscar Urios acudirá a la reunión en representación del Lucentum. Las esperanzas de que algo varíe son escasas, incluso algún dirigente define como una «pataleta» las protestas de los equipos, pero es la única oportunidad de muchos equipos para seguir existiendo.

El Lucentum es consciente de la dificultad de mantener la categoría y asume que su destino la próxima temporada será la EBA e incluso Primera Nacional si no tiene plaza. El trabajo que está realizando tanto el club alicantino como el Ayuntamiento, máximo accionista, no está dando sus frutos y la única aportación con la que cuenta la entidad es la del Consistorio alicantino. Medio millón de euros de los que 300.000 irán directamente a pagar deudas a Hacienda y Seguridad Social.

Juan Seva dejó claro ayer en Cope Alicante que prácticamente era «utópico» pensar que el Lucentum pudiera jugar en la Adecco Oro aunque insistió en que tanto Ayuntamiento como club están haciendo todos los esfuerzos posibles para mantener al equipo en la categoría de plata.

Triste panorama para un club que todavía desconoce dónde jugará la próxima temporada. Sin plantilla, sin entrenador y sumido en un plan de pagos que ahoga cualquier proyecto de futuro. Con sólo tres consejeros (Luis Castillo, Juan Seva y Mariano Postigo) lucha la entidad contra corriente en el momento más crítico de su historia.