Con motivo de la Semana Europea de la Movilidad, Greenpeace ha publicado un anuncio en el que denuncia que la contaminación acaba con la vida de más de 38.000 personas al año en España, lo que supone 30 veces más que las fallecidas por accidentes de tráfico el año pasado, 1.180.

El anuncio de la ONG imita el modelo que ha seguido la DGT los últimos años para hacer llegar el mensaje e impactar a la sociedad. "Las más de 1.180 personas fallecidas en España por accidentes de tráfico el año pasado resulta una cifra inadmisible, pero los accidentes no son lo único que mata sobre ruedas, aunque el estado no realice tantas campañas sobre esta realidad", ha explicado el responsable de movilidad de Greenpeace, Adrián Fernández.

Desde la organización ecologista señalan que España lleva diez años incumpliendo los niveles de calidad del aire fijados por la UE, a pesar de estar científicamente comprobado que enfermedades como el asma o bronquiolitis están vinculadas al tráfico. Además, Greenpeace apunta a que las inversiones públicas priorizan el coche frente a otros medios de transporte y que las medidas frente a los picos de contaminación se limitan a "leves" restricciones.

Por ello, Greenpeace exige a fabricantes y a gobiernos medidas "más eficaces" que garanticen un aire limpio. La Semana Europea de la Movilidad se celebrará desde este lunes 16 de septiembre hasta el domingo 22 y el grupo ecologista recuerda que este evento debe servir para usar el transporte público y caminar, unos hábitos "que mejoran nuestra salud y que reduce una contaminación que no admite más prórrogas".

Asimismo, para Greenpeace es "preocupante la actitud de los responsables políticos dispuestos a desmontar las pocas medidas que se han demostrado efectivas como Madrid Central, que ha conseguido reducir la contaminación de Madrid al valor más bajo en esta década".

La semana pasada Greenpeace publicó un informe que señalaba que los fabricantes de automóviles son responsables del nueve por ciento de las emisiones de efecto invernadero en todo el mundo. Por su parte, la organización recalca que la industria del automóvil intenta alargar el final del diésel y la gasolina mientras que presiona para que el Gobierno no prohíba los coches contaminantes en 2040, una fecha que no cumple con los parámetros de Greenpeace, que exige limitar la venta de los vehículos contaminantes hasta 2028 para cumplir los objetivos del Acuerdo de París.

Por último, Greenpeace recuerda la "urgencia" de reducir las emisiones causantes del cambio climático, y que cada vez es más visible con situaciones como los incendios del Amazonas, las olas de calor con temperaturas máximas nunca antes registradas o el aumento de intensidad de la gota fría que ha sufrido el sureste español.