El miedo ante lo desconocido, una sensación que seguro que habréis experimentado en alguna ocasión, es la que sintió un perro cuando vio ante sí una escalera mecánica. Al ver el aparato, el animal no pudo evitar detenerse en seco detrás de su dueño y reflejar algo tan humano como lo que es el hecho de sentir miedo.

Por suerte, esta vez fue el hombre el que se convirtió en el mejor amigo del perro. El dueño no dudó ni un segundo en coger en brazos a su mascota para que ambos pudieran separar esa barrera que atemorizó al animal, que ya en los brazos de su amo, se sintió totalmente protegido.