¿Qué llevaría a una persona a pasarse tres horas chupando el portero automático de una casa? Esta pregunta se la hace todo el que conoce la historia de Roberto Arroyo, un hombre de 33 años detenido tras protagonizar este incidente en Salinas, una población situada a unos 200 kilómetros de San Francisco (EE UU).

Los hechos ocurrieron en la vivienda de una mujer, Sylvia Dungan, la noche del pasado sábado 5 de enero cuando el hombre llegó hasta la puerta de su casa y empezó a lamer el portero automático. Entre las dos y las cinco de la madrugada estuvo dedicado a esta tarea, según la policía.

La propietaria de la vivienda explicó, en declaraciones a la prensa local, que ella no estaba en ese momento en la casa pero sí sus hijos. El sistema de alarma le alertó del movimiento y pudo ver, para su sorpresa, la extraña situación en el vídeo grabado por las cámaras de seguridad.

"Cosas como ésta refuerzan la importancia de tener seguridad dentro de tu hogar", señala la mujer, que luego pudo saber que el individuo, localizado por la policía, también está acusado de robar los cables de las decoraciones navideñas de la zona.

El caso ya está en manos de la oficina del fiscal del Condado de Monterey y el acusado se enfrenta a varios cargos de robo, violación de la libertad condicional y merodear por las casas.

El departamento de policía de Salinas, describió el comportamiento de Roberto Arroyo como "bastante extraño".