La Gran Muralla, la Ciudad Prohibida o el Templo del cielo son algunas de las visitas imprescindibles en cualquier viaje a China. Pero en un país tan inmenso y variopinto no es fácil tener que escoger entre lo más relevante y atractivo. Aquí se recogen las que son, a mi entender, tras 9 viajes al gigante asiático, las 10 maravillas de imprescindible visita en China.

El cartel de Mao marca el acceso a la Ciudad Prohibida por su puerta sur

1) LA CIUDAD PROHIBIDA DE PEKÍN

Esta inmensa sucesión de palacios, pabellones, jardines y plazas ha sido durante más de 500 años la residencia de la corte imperial china y de sus servidores, en un territorio, protegido por amplio foso y una muralla de 10 metros de altura, que estuvo vetado al resto de la población hasta la caída del ultimo emperador el siglo pasado, de ahí su nombre de Ciudad Prohibida. Para poder visitar y contemplar sus lugares más destacados necesitas alrededor de medio día ya que tiene una longitud de prácticamente un kilómetro desde su entrada sur, en la famosa plaza de Tiananmen, hasta la entrada norte, conocida como Puerta del Poder Divino, mientras que la anchura ronda los 750 metros.

La Ciudad Prohibida es una visita imprescindible

La Ciudad Prohibida es el lugar más visitado de China y aunque ha sufrido varios incendios a lo largo de su historia que han afectado seriamente a sus edificios de madera, ha sido fielmente reconstruida y conserva las esencias de la arquitectura de la china imperial, con palacios, pabellones y áreas ajardinadas realmente imponentes. También ha sido víctima de robos y saqueos ,lo que redunda en la escasez de mobiliario y de objetos artísticos históricos. Prácticamente casi la totalidad de los objetos decorativos y mobiliario de valor se conservan en el Salón de la Longevidad.

La Ciudad Prohibida es una sucesión de grandes palacios, pabellones y jardines

No te puedes perder de la Ciudad Prohibida los jardines y zonas de recreo, situados todos ellos en la parte norte. Tampoco el panel de los 9 dragones, un mosaico de 30 metros de longitud realizado con piezas de cerámica vidriada de bello colorido. Si quieres conseguir una bonita panorámica del conjunto de la Ciudad Prohibida tienes que salir por la puerta norte, la del Poder Divino, y subir a una pequeña colina situada en el parque colindante, llamado Jingshan, desde donde la vista es preciosa siempre y cuando la atmósfera de Pekín no esté enturbiada por la niebla contaminante que con frecuencia dificulta seriamente la visibilidad. El coste de la entrada a La Ciudad Prohibida es de 60 yuanes, unos 9 euros.

Panorámica de la Ciudad Prohibida desde la colina de un parque contiguo

2) LA GRAN MURALLA

Es la construcción defensiva más famosa del mundo, a lo que contribuyó el conocido bulo de que es la única edificación humana visible desde el espacio, un auténtico cuento chino, nunca mejor dicho. Lo que sí es cierto es su condición de ser la más larga edificación de todos los tiempos, con una longitud que se aproxima a los 9.000 kilómetros, aunque en la actualidad sólo sobrevive aproximadamente una tercera parte, con algunos tramos muy deteriorados. Su impacto turístico es tal que ha sido escogida como una de las siete nuevas maravillas del mundo y fue declarada Patrimonio de la Humanidad en 1987.

La Gran Muralla en el sector de Badaling

La Gran Muralla se extiende desde la frontera con Corea hasta el desierto de Gobi, cerca de Mongolia. Su construcción abarca un periodo de más de un milenio, desde el siglo V al XVI, y su objetivo era defender al país de las invasiones de tribus exteriores, especialmente los mongoles. Las autoridades chinas han rehabilitado varios tramos visitables que dan una idea de la robustez de esta fortificación, con una altura media de unos siete metros y una anchura de cinco. El más conocido de todos ellos es el de Badaling, situado a alrededor de 80 kilómetros de Pekín, invadido de turistas prácticamente todos los días del año, incluso en pleno invierno.

Algunos tramos de la Gran Muralla tienen gran pendiente

El tramo de Badaling de la Gran Muralla es de gran robustez y serpentea por un accidentado y escarpado terreno, lo que obliga a realizar un pequeño esfuerzo para alcanzar sus grandes torreones intermedios. Además, hay que llevar un calzado adecuado ya que las fuertes pendientes son propensas a resbalones. A lo largo del recorrido hay varios puntos desde los que se puede contemplar una visión de conjunto de un amplio tramo de muralla.

Fuerte de Jiuyuguan en el tramo final de la Gran Muralla

En las cercanías de Pekín hay otros tramos de murallas también visitables y menos masificados que Badaling, como es el caso de Mutianyu, también totalmente restaurado. A lo largo de China pueden contemplarse otros sectores de la Gran Muralla muy distintos, tanto en tamaño como en diseño y materiales de construcción. Uno de los más famosos y destacados es el de Jiuyuguan, en su extremo Oeste, que cuenta con un impresionante fuerte para proteger el que durante siglos fue el acceso fundamental a China a través de la Ruta de la Seda.

Las caravanas de la Ruta de la Seda accedían a China por la puerta de Jiuyuguan de la Gran Muralla

3) EL TEMPLO DEL CIELO

Es una de las construcciones más bellas y armónicas de China y, además, se encuentra ubicada en el parque Tiantan, un lugar encantador en el centro de Pekín, a menos de tres kilómetros de la plaza Tiananmen. En el parque destacan tres grandes edificaciones de las cuales la más sobresaliente es la del Salón de la Oración de la Buena Cosecha, que es el que comúnmente conocemos como Templo del Cielo, de color rojo y azul, y construido sobre una triple plataforma de mármol, deparando una imagen espectacular.

El Templo del Cielo, en Pekín

Además del Templo del Cielo el parque Tiantan acoge el Altar Circular, una amplia plataforma de mármol desde la que se tiene una bella perspectiva del parque, así como el templo de la Bóveda Imperial del Cielo, similar al Templo del Cielo pero más pequeño. Todas estas edificaciones están conectadas por un amplio paseo central que también conduce a una zona de bellos pabellones. El entorno está cubierto por áreas arboladas y ajardinadas propias del parque. La entrada al parque cuesta alrededor de 5 euros (35 yuanes).

El Salón de la Oración de la Buena Cosecha, más conocido como Templo del Cielo

4) EL PALACIO DE VERANO DE PEKÍN

Era la residencia estival de la familia imperial para escapar del intenso calor, y gran parte de su superficie está ocupada por el lago Kunming, a cuyo alrededor se levantaron palacios, pabellones, pagodas, templos, jardines y áreas de recreo para conformar un espacio encantador. Se encuentra a 12 kilómetros del centro de Pekín y es otra visita obligada en cualquier viaje a China. Su aspecto actual es fruto de la reconstrucción a la que fue sometida a comienzos del pasado siglo tras su destrucción por las tropas occidentales.

Vista parcial del Palacio de Verano de Pekín

La visita al Palacio de Verano requiere prácticamente de media jornada, tanto por la gran extensión del mismo como por la gran cantidad de lugares a visitar. Entre ellos destaca el lago, por el que se puede efectuar un apacible paseo en barca desde el que se aprecian bellas perspectivas y nos permite llegar hasta los bellos puentes que lo surcan, entre ellos uno de 17 ojos con la balaustrada adornada por bellas esculturas de mármol, y otro conocido como el puente de la "giba de camello", por su gran y ovalado arco.

El puente de los 17 ojos en el Palacio de Verano

Entre las construcciones más importantes del Palacio de Verano destaca la famosa galería cubierta de más de 700 metros de longitud, paralela a la orilla del lago y que permitía a la familia imperial pasear y trasladarse a las distintas dependencias protegida del sol. Toda la galería, de madera, está pintada con los típicos colores imperiales rojo y azul, y su interior está ilustrado por miles de dibujos que representan escenas bélicas, míticas y cortesanas.

La galería cubierta del Palacio de Verano, de más de 700 metros

El barco de mármol es otra de las construcciones más famosas y parece flotar sobre las aguas del lago en el embarcadero. Otro lugar destacado es la Pagoda del Perfume, cuya visita precisa de cierto esfuerzo al estar situada en lo alto de una colina, pero que compensa con una amplia panorámica del Palacio de Verano, siempre que no enturbie la visión una espesa niebla que a menudo se estanca sobre el lago y su entorno. Como casi todas las visitas de China, el precio para ver el Palacio de Verano no es barato, ya que es de 60 yuanes, casi nueve euros.

El barco de Mármol del Palacio de Verano

5) PINGYAO

Pingyao es posiblemente la ciudad histórica mejor conservada de China, manteniendo no sólo la práctica totalidad de sus edificios históricos, si no también la gran mayoría de sus casas con sus típicos tejados, lo que permite contemplar la tradicional arquitectura popular china en todo su esplendor. Además todo su perímetro está rodeado por unas sólidas y restauradas murallas. Todo ello conforma un conjunto único que fue justamente galardonado con la declaración de Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

La muralla de 6 kilómetros que protege la ciudad de Pingyao

El principal problema de Pingyao y la razón de que se incluya en muy pocos programas de viajes a la China más turística es su ubicación, alejada de los lugares más conocidos del país y, también, el carecer de aeropuerto, lo que obliga a un desplazamiento de un centenar de kilómetros desde Taiyuan, el aeropuerto más cercano. Se trata de un inconveniente insignificante si se tiene en cuenta la relevancia y belleza de Pingyao.

La calle central de Pingyao con sus casas tradicionales

La Pingyao actual es una ciudad de origen medieval, de tiempos de las dinastías Ming y Qing. La avenida principal divide en dos la ciudad y en su parte central se levanta la espléndida Torre del Mercado, de 18 metros de altura y desde donde puedes disfrutar de una panorámica sobre la ciudad para contemplar la armonía de los tejados de las casas. Estas casas de la calle principal y sus travesías han sido acondicionadas como negocios turísticos, desde comercios de regalos hasta pequeños alojamientos.

La Torre del Mercado, en Pingyao

Pingyao merece una visita al completo, pero lo que resulta imprescindible es la contemplación de las sólidas y robustas murallas, que tienen un perímetro de seis kilómetros, una altura de 12 metros y una anchura de cuatro. A lo largo de su trazado cuenta con seis puertas de entrada, 72 torres de vigilancia e innumerables almenas. La ciudad atrae a numerosos turistas, especialmente chinos, lo que ha deparado que se dote de una buena infraestructura turística, incluyendo hoteles de todas las categorías.

Las murallas iluminadas de Pingyao

6) EL BUDA GIGANTE DE LESHAN

Con sus 71 metros de altura el Buda de Leshan no es la imagen budista más grande, ya que la mayor en la actualidad mide 128 metros, pero sí la más impresionante, al estar esculpida en piedra directamente en la misma roca. Se encuentra en Leshan una localidad situada a 160 kilómetros de Chengdu, la ciudad donde se encuentra la reserva de pandas gigantes más importante del mundo, por lo que puedes aprovechar para hacer las dos visitas. Desde Chengdu puedes llegar a Leshan en el autobús que sale de la estación de transporte. Lo mejor para orientarte, si no tienen intérprete chino, es llevar una foto del Buda, ya que todo el mundo lo conoce y podrá indicarte el bus para este destino e incluso la parada donde tienes que bajar. Yo así lo hice y no tuve ningún problema.

El Buda de Leshan, de 71 metros

El Buda de Leshan se encuentra dentro de un parque en el que se han reproducido otras imágenes gigantes de Buda de distintos lugares de China, en un bello entorno de jardines y fuentes. Vale la pena visitarlo aunque lo realmente imprescindible es la imagen del Buda de Leshan, que se puede contemplar desde todas las perspectivas posibles ya que dispone de una escalinata lateral que permite ascender desde sus pies hasta la cabeza. El precio de la entrada es de 90 yuanes, casi 12 euros, excesivamente caro.

El Buda se puede ver desde un barco turístico

7) SHANGAI

Shangai es posiblemente la ciudad que mejor representa los impresionantes cambios sufridos por la sociedad china en los últimos cuarenta años, hasta hacerla irreconocible para aquellos que tuvimos la suerte de conocerla en los años 80, cuando China era un país eminentemente artesano y rural, y con un parque de vehículos constituido casi exclusivamente de bicicletas. El barrio de Pudong es el mejor ejemplo de una ciudad vanguardista, con rascacielos y edificios futuristas imponentes que tienen su mejor vista desde el paseo fluvial del río Huangpu. Pudong tiene algunos de los rascacielos más altos del mundo en una imagen tan impactante de noche como de día, aunque la densa neblina habitual en la ciudad dificulta a menudo esta visión. Frente a una visita anterior en la que la bruma ocultaba los edificios, en mi último desplazamiento tuve más suerte y la imagen era espléndida.

Shangai. El barrio de Pudong repleto de gigantescos rascacielos

La parte colonial de Shangai se encuentra en el Bund, justo enfrente de la zona de rascacielos y sólo separadas por el río Huangpu. Del Bund destacan los edificios que en la etapa colonial europea dominaban la ciudad, incluyendo centro oficiales, bancos y grandes compañías. Hoy sobreviven milagrosamente y se pueden contemplar desde el mismo paseo fluvial del Bund e incluso desde el paseo de Pudong Promenade, al otro lado del río.

Edificios del Shangai colonial en el barrio de Bund

Del Shangai tradicional se conservan algunas áreas con palacios y edificaciones típicamente chinas, así como bellos jardines rodeados de estanques, todo concentrado en un entorno que se puede visitar a pie siempre y cuando la aglomeración de turistas lo permita, ya que si coincides con días festivos chinos la aglomeración de visitantes es tal que resulta complicado hasta poder caminar por toda la zona tradicional y por la avenida comercial Nanjing Road, donde se ubican los grandes almacenes y el comercio más destacado.

El Shangai tradicional ha quedado reducido a un pequeño sector de la ciudad

8) LAS GRUTAS DE LONGMEN

De entre todas las grutas budistas existentes en China las de Longmen me parecen las más impactantes, aunque también serían de imprescindible visita las de Mogao y Datong. Longmen se encuentra a 12 kilómetros de la ciudad de Louyang, A lo largo de un kilómetro, bordeando el río Yi, se encuentran 1.350 cuevas y 40 pagodas en las que se pueden ver más de 10.000 estatuas budistas talladas a mano a lo largo de 400 años. Muchas de ellas han sido víctimas del vandalismo, el saqueo, el robo y la censura, pero afortunadamente un número destacado ha conseguido sobrevivir.

La mayor de las grutas de Longmen

Las grutas y cuevas de Longmen son de muy diferentes tamaños y formas, desde las minúsculas con una sola escultura, hasta las que contienen estatuas de 17 metros de altura. Las grutas están excavadas sobre la misma ladera de la montaña que bordea el río. Al tratarse de piedra caliza la roca es fácil de tallar, lo que sin duda facilitó la labor de los numerosos artistas anónimos que dedicaron su vida a moldear estas impresionantes esculturas. La más imponente de las cuevas es la de Fengxian, con nueve grandes imágenes entre las que destaca la del Buda Vairocana, la más popular de las cuevas.

Imágenes talladas en la misma roca de la montaña de Longmen

9) GUILIN

La ciudad de Guilin se encuentra en el sur de China y es famosa por el paisaje cubierto de puntiagudas colinas que la rodea y que se extiende a lo largo del recorrido del río Liliang, también conocido como río Li, hasta la localidad de Yangsuo, en uno de los cruceros más famosos de China. Con un poco de suerte hasta puedes ver a los pescadores con cormoranes, las aves que han venido utilizando a lo largo de los siglos como método de pesca, mediante el cual el ave se lanza en picado y atrapa el pez que no puede engullir por la argolla que le ha colocado en el cuello el pescador para poder arrebatárselo.

Paisaje del entorno de la ciudad de Guilin

El crucero de cuatro horas es una de las actividades que se pueden desarrollar en Guilin, una ciudad que cuenta con numerosos puntos de interés entre ellos la colina de la Trompa de Elefante, porque esta es la forma que tiene como consecuencia de la acción de la erosión sobre la montaña de origen karstico. La ciudad está salpicada de pagodas, templos y jardines así como bellos paseos a lo largo de la rivera del río.

Paisaje en los alrededores de Guilin

Muy cerca de Guilín se encuentra otra visita imprescindible en la zona, las famosas terrazas escalonadas de Longji, que han permitido convertir en campos de cultivo las más escarpadas colinas. El recorrido pasa por Longsheng, una localidad habitada por la pintoresca etnia Huangluo Yao, con sus llamativos vestidos y el largo cabello de sus mujeres, que se recogen en un moño ya que alcanza más de metro y medio de longitud.

Las terrazas cultivadas de Longji

10) LHASA, LA CAPITAL DEL TÍBET

La capital de la región autónoma china del Tíbet está situada en pleno Himalaya, a 3.800 metros de altura y es, sin ninguna exageración, una ciudad impresionante pese a que también ha sufrido grandes cambios como consecuencia de la modernización de China y de la gran afluencia turística. El icono y símbolo de Lhasa y del Tíbet es el palacio del Potala, antigua sede del Dalai Lama, actualmente en el exilio. El Potala es un palacio imponente pero Lhasa es mucho más: son sus gentes, sus monasterios, sus templos, sus mercados y sus paisajes. Entre los monasterios destacan los de Jokhang, Deprung, Ganden y Sera, todos destacables.

El palacio del Potala, en Lhasa

Hay distintas formas de llegar a Lhasa. Yo lo hice la primera vez en el corto vuelo desde Katmandú, con las líneas aéreas chinas, y la segunda vez, años más tarde, en autobús, en un tour que partía desde Katmandú y que recorría la meseta del Tíbet y sus más destacados lugares hasta concluir en Lhasa. Recuerdo que en el viaje en bus éramos un grupo de 12 personas, y que sólo una sufrió las consecuencias del mal de altura, precisamente la más joven y en mejor forma, ya que era un deportista profesional. Pasó un día prácticamente "grogui" en el bus pero al día siguiente ya se encontraba bastante mejor. Hay que tener en cuenta que en el recorrido por el Tíbet se pasa por zonas que superan ampliamente los 5.000 metros de altura.

Mujeres tibetanas con su indumentaria habitual en Lhasa

Estas diez maravillas de China son mi selección, aunque soy consciente de que hay otras muchas que podrían incluirse con méritos sobrados, como la ciudad de Xian y su museo de los soldados de terracota, la ciudad de Suzhou, conocida como la Venecia de Oriente, o el curioso bosque de piedra de Kunming, entre otros muchos.

Pagoda de la ciudad de Xian

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