“Ojalá las víctimas de violencia de género pudieran detectar por los gestos de su agresor cuándo éste va a agredirles”. Ése fue el punto de partida de un trabajo de investigación llevado a cabo durante meses por mis compañeros Gabriel Marí Domenech, Pablo Castelló Rico y yo misma. Hoy, se ha presendo este trabajo en el 13 Congreso sobre Violencia contra el Mujer, que se celebra hoy y mañana en el Adda de Alicante (www.congresoviolenciamujer.com).

En una sociedad en la que cada vez conocemos más casos de violencia de género (y ello a pesar de las campañas de concienciación, de los recursos económicos y tecnológicos que hay) nos planteamos la posibilidad de utilizar nuestros conocimientos en Comunicación No Verbal Científica para intentar identificar determinados gestos o combinaciones de gestos que permitieran a las víctimas detectar, y por tanto prevenir, una agresión antes de que ésta se produjera.

A pesar de las múltiples dificultades que os podéis imaginar que hemos tenido (escasez de vídeos reales, mala calidad de la imagen, ausencia total de financiación…), hemos conseguido aislar un gesto que en otros tipos de violencia apenas se da, y es el de la microdisimulación de la mano izquierda. A los que me seguís en este blog, os sonará mucho este gesto. Efectivamente, lo he nombrado en multitud de ocasiones, como un gesto de vergüenza, de timidez. De hecho, publiqué un post sólo para explicar este gesto (puedes verlo pinchando aquí). Sin embargo, en este caso de violencia, es posible que la microdisimulación de la mano izquierda quiera esconder más bien otro tipo de emoción, la ira hacia la pareja, el miedo a perderla, etc. La interpretación en un caso tan sensible debe quedar para los psicólogos.

Nosotros sólo hemos pretendido con este trabajo aportar nuestro granito de arena a esta lacra social.