Hace unos días, Pablo Casado, líder nacional del PP, presentó oficialmente la candidatura de la Comunidad Valenciana. Analizamos el comportamiento no verbal de cada uno de los candidatos en sus comparecencias públicas. Para ver una muestra, pincha sobre la foto de arriba para visualizar el vídeo de la presentación de la candidatura.

BEGOÑA CARRASCO: candidata a la alcaldía de Castellón

Es la que mejor comunica de los cuatro. Es congruente en su comunicación no verbal. Utiliza abundantes gestos para ilustrar su discurso, lo que ayuda a tansmitir mejor el mensaje, tiene una expresión facial afable, que va adaptando sincrónicamente con el discurso. Cuanto más expresiva a nivel facial es una persona, mejor comunica, porque se está ayudando de su rostro para reforzar el mensaje. Tiene una buena voz, que utiliza adecuadamente para enfatizar el discurso. Sin embargo, hay algo que debe corregir: los cambios de peso contínuos de un pie a otro, así como los pequeños pasos sin dirección que hace, fruto de los nervios.

La foto de su perfil de twitter también dice mucho de ella. Se trata de una imagen de una marcha contra el cáncer de mama, en la que podemos verla rodeada de personas, vestida igual que los demás, en ropa deportiva. Esta imagen nos ayuda a percibir su cercanía a la ciudadanía.

LUIS BARCALA: candidato a la alcaldía de Alicante

Como él mismo dice, es una hombre de acción: poco hablar y mucho hacer. Esto se refleja en su comportamiento no verbal, que no presenta mucha expresividad facial (lo que hace que le percibamos más distante) ni una abundancia de gestos ilustradores del discurso (lo que resta capacidad de comunicación). Su voz, sin embargo, ayuda perfectamente a transmitir con eficacia el discurso verbal, ya que hace uso de recursos vocales que le permiten subrayar las palabras importantes. Además, el tono grave y el ritmo pausado ayudan a generar confianza en su discurso.

Su foto de perfil de twitter corrobora su perfil de comunicación. En ella, lo vemos sólo, sin nadie alrededor, en un lugar emblemático de Alicante, con una vestimenta que se confunde con el paisaje. Esta imagen resalta un individualismo que no es lo más adecuado en política, así como una voluntad de pasar desapercibido (poco postureo y más acción).

MARÍA JOSÉ CATALÁ: candidata a la alcaldía de Valencia

Se pone bastante nerviosa en todas las entrevistas, y esos nervios le traicionan: comienza a hacer gestos con las manos que los delatan, se traba con frecuencia, su discurso es poco fluido, comete algún desliz verbal, cambia el peso del cuerpo de un pie a otro,... Además, su voz es monótona, lo que no ayuda a transmitir correctamente el mensaje a la audiencia.

Si observáis el comienzo de su intervencióne en el vídeo de presentación de candidaturas (pincha sobre la primera foto de este artículo para verlo, min. 21'02), escucharéis cómo dice varias veces que "no sabe si estará a la altura" a la hora de hacer el que considera el discurso más importante de su trayectoria política y personal. Yo os recomiendo que no hagáis eso nunca si tenéis que hacer un discurso profesional, ya que estaréis predisponiendo a la audiencia a buscar los errores, a ver porqué no estáis a la altura. Es como si yo ahora os digo que no penséis en un coche rojo...

En su perfil de twitter, se le puede ver en algún acto público, en el que abundan las banderas española y valenciana, pero en el que, por encima de todo, destaca ella sobre las demás personas.

ISABEL BONIG: candidata a la Presidencia de la Generalitat Valenciana

De los cuatro políticos que estamos analizando, Bonig tiene sin duda el perfil más prototípico de político. Sonríe mucho, lo que, en general, es muy bueno. Sin embargo, no lo es tanto cuando el momento pide cierta seriedad, como fue el caso de la comparecencia ante los medios que hicieron ella y María José Catalá. Mientras ésta última ensalzaba la figura de la fallecida Rita Barberá, la sonrisa de Bonig, no podía ser más resplandeciente. Y eso es un indicador de falta de empatía, al menos en ese momento o con esa persona en concreto. (puedes ver el vídeo pinchando aquí).

Por lo demás, su voz se agudiza demasiado y se rasga (supongo que no la cuida lo suficiente), lo que hace que al verbalización pierda fuerza al camuflarse en una voz que no es muy "radiofónica". Eso es algo que se puede trabajar para mejorar. En los políticos, la voz es un instrumento de trabajo, y le tienen que dar la importancia que tiene, porque les puede ayudar o entorpecer mucho a la hora de transmitir su mensaje.

Como os decía, es el perfil prototípico de política, y una de las cosas que caracteriza a este colectivo es la ambición, el ego y la necesidad de reconocimiento. Todo esto lo encontramos en la foto de su perfil de twitter.

En ella, podemos ver cómo ella es la protagonista, con el líder nacional, Pablo Casado, orientando su cuerpo e inclinando su cabeza hacia ella (él es el que está atento a ella), mientras Bonig mira feliz al frente. Las distancias también son reveladoras: Isabel Bonig y Pablo Casado totalmente pegados, mientras Javier Maroto está más alejado. Además, vemos un montón de personas siguiéndoles, muy por detrás. Esta foto describe la situación soñada por cualquier político.