Hay muchas formas de parecerse a alguien, a pesar de que siempre nos centramos en los parecidos en la apariencia de las personas que comparamos. Sin embargo, las conductas también pueden asemejarse. Éste es el caso de Juan Carlos Monedero (Podemos) y Celia Villalobos (Partido Popular). Si bien están en las antípodas el uno del otro en cuanto a sus creencias políticas, Monedero tuvo un comportamiento con Soraya Sáenz de Santamaría tremendamente similar al que en su día tuvo Villalobos con Pablo Iglesias en diciembre de 2015, cuando el candidato de Podemos, que aún no era diputado, acudió a visitar el Congreso.

Pincha aquí para ver el vídeo de Juan Carlos Monedero y Soraya Sáenz de Santamaría el pasado 2 de junio.

Y éste es el vídeo de Celia Villalobos y Pablo Iglesias del 2 de diciembre de 2015:

¿Dónde está el parecido razonable? En la forma en que tanto Monedero como Villalobos manejan el tacto.

El canal expresivo del tacto es uno de los más importantes canales de transmisión de información no verbal. Es fundamental para manifestar el cariño, el amor, la comprensión, la cercanía, la amistad o la calidez. Pero también puede ser un indicador de agresividad, de dominancia o superioridad. ¿Cómo distinguir cuándo tocar a alguien es un gesto positivo y cuándo es un gesto negativo? Hay que fijarse en el contexto y en el resto de canales expresivos:

- La agresividad verbal

En ambos casos, el contexto nos lo da perfectamente el discurso hablado. La verbalización que acompaña al contacto físico tiene un matiz negativo, bronco. Éste ya es un buen indicador de que el contacto físico que acompaña el discurso hablado no es cordial. Cuando discutimos con alguien, tocar a esa persona es un acto de intimidación, no de cercanía ni cordialidad. Cuando alguien está contrariado con nosotros, el hecho de acercarnos tanto que lleguemos a tocarlo puede ser percibido como un inicio de agresión. Y la respuesta de la otra persona podría ser incluso la de agredirnos de forma automática.

- La forma en que tocan

No todas las formas en que se toca a una persona significan lo mismo: desde una caricia o un abrazo hasta un puñetazo son formas de contacto físico, pero, evidentemente no significan lo mismo. Tanto en el caso de Villalobos como en el de Monedero, la forma del tacto es la misma. Se trata de una prensión: ambos agarran a su interlocutor.

Sin embargo, hay una notable diferencia entre ambos. Si bien la forma del tacto es la misma, Villalobos utiliza sólo una mano para agarrar la parte superior del brazo de Iglesias, mientras que Monedero añade un elemento más a la agresividad del gesto: utiliza las dos manos y las coloca en los hombros de Sáenz de Santamaría. Es una forma de inmovilizar a Soraya.

Además, la altura a la que se hacen los gestos añade matices: cuanto más alto se hace el gesto, más voluntad hay de destacarlo, de marcarlo. En este caso, vemos cómo Monedero utiliza la altura máxima posible.

- La distancia entre las personas

Este canal, denominado el canal de la proxémica o proxemia, es un indicador muy importante a la hora de ver qué tipo de relación tienen las personas. Pensamos que cuanto más cerca de alguien estamos, más intimidad hay en esa relación. Efectivamente, es así. Pero también necesitamos estar cerca de alguien para poder agredir. La ruptura del espacio íntimo o personal con una persona se da por dos motivos fundamentales: por intimidad o por lucha. En los dos casos que estamos comparando, la intimidad entre los individuos no tiene mucho sentido. Pero la lucha sí, puesto que sería congruente tanto con la verbalización como con el tipo de tacto utilizado.

- La respuesta de los “tocados”

Si Iglesias mantuvo el tipo con Villalobos y no respondió a su agresividad táctil (aunque su expresión facial denotaba ira a través de su mandíbula apretada), Sáenz de Santamaría sí intenta contrarrestar la agresividad de Monedero con varios golpes en los brazos de su interlocutor. El objetivo de estos golpes es el de zafarse de quien la tiene retenida.

Por último, quiero destacar la diferencia que hay entre que una mujer mayor haga una prensión a un hombre más joven y más alto y que un hombre haga una prensión a una mujer más baja que él. No es lo mismo. No percibimos igual la dominancia porque no hay igualdad de fuerza física en los dos casos. Desde luego, Monedero ha hecho muy bien en disculparse por este incidente.