Que Obama domina su lenguaje corporal como nadie no es algo que venga yo aquí a descubrir. A poco que lo observemos, podemos ver cómo controla las situaciones desde el plano no verbal tanto como desde el verbal. Marca dominancia con mucha sutileza, sin resultar agresivo al interlocutor, sin perder el estilo. Es un ejemplo de cómo dominar desde la elegancia. Desde el plano no verbal es sublime.

Aprovechando su visita a España, os voy a explicar uno de los gestos que habitualmente utiliza Obama y que le ayudan a marcar esa dominancia, ese liderazgo: el leve toque. Hace unos días, os daba un truco para ayudar a los camareros a conseguir más propinas, tocando levemente el hombro o el brazo del cliente. Puedes leer el artículo completo pinchando aquí. Pues bien, tocar a alguien en el brazo o el hombro, en ambientes laborales o profesionales, implica dominancia. Y Obama eso lo sabe muy bien. De hecho, cuando explico los tipos de apretones de manos en mis cursos, siempre digo que Obama es el "Rey del apretón reforzado". Es decir, que mientras da la mano derecha a su interlocutor, con la mano izquierda toca el brazo derecho del interlocutor. En otras ocasiones en que ese apretón de manos reforzado no se puede hacer, sobre todo cuando tiene que posar para los fotógrafos y no está en el lado propicio para hacerlo, realiza ese toque inmediatamente después del saludo, a veces con la misma mano derecha con la que saludó en el apretón de manos.

En su visita a España, hemos visto las dos variantes: mientras al Rey Felipe VI le daba un apretón de manos reforzado en la espalda, a Mariano Rajoy le ha reforzado después justo del apretón de manos, y además le ha dado unas palmaditas tipo "buen chico" al alejarse de los periodistas. Fijaos en las dos formas de hacerlo:

Como véis, el "leve toque" refuerza una estrategia en la que se busque dominio. Y Obama lo sabe muy bien.