Cuánta información nos proporciona el apretón de manos… Con sólo ser conscientes de cómo el otro aprieta nuestra mano, cómo nos muestra su mano, la fuerza que emplea, quién inicia el movimiento, qué hace mientras el resto del cuerpo, qué hace la mano izquierda…, podemos hacernos una primera idea de cómo es esa persona, de cómo está con nosotros, su estado de ánimo, si vamos a dominar la reunión o nos va a querer dominar el otro… ¡Cuánta información valiosísima en unos segundos!

Y con el encuentro con el Rey de este viernes pasado, Mariano Rajoy y Pedro Sánchez nos enseñan cómo afrontar un apretón de manos invasivo de dos formas totalmente diferentes: una denota sumisión y la otra, sin embargo, no permite el dominio del otro. ¿Las vemos? Fijaos en el vídeo, en los min. 0’26 a 0’30 (Mariano Rajoy) y 2’38 a 2’44 (Pedro Sánchez).

¿Notáis la diferencia?

En ambos casos, el Rey Felipe VI hace un apretón reubicado invasivo. Este tipo de apretón es propio de las personas que dominan o quieren dominar la situación, o bien que tienen un carácter autoritario. En este caso, vemos el mismo patrón: el político espera estático a que llegue el monarca. Éste llega con paso más bien acelerado y no frena a tiempo de mantener la distancia de aproximadamente un metro o incluso algo más que requiere la situación, sino que invade el espacio personal de ambos dirigentes.

Sin embargo, y, aquí está lo realmente interesante, la forma en que cada uno de los políticos asume esa “embestida” es muy diferente:

  • En el encuentro con Mariano Rajoy, podemos ver cómo éste permite que el Rey invada su espacio, haciéndole incluso retroceder unos pasos, y dejando la mano derecha de Rajoy totalmente pegada a su cuerpo. Por cierto, fijaos en la mano izquierda de Rajoy, con el puño cerrado. Hay tensión.
  • En el encuentro con Pedro Sánchez, la cosa cambia. Si os fijáis, Pedro Sánchez deja el brazo derecho en ángulo de 90º, frenando así la acometida del Rey. Podéis ver además que la mano de Sánchez está relajada.

Como véis, ante la misma situación, ambos dirigentes han mostrado un grado muy diferente de dominancia. Esto puede deberse al carácter de cada uno, o bien, a la relación que tienen con la otra persona; en este caso con el Rey. Pero también puede deberse al estado de ánimo de cada uno en ese día concreto.

En cualquier caso, si valoramos la dominancia (capacidad de transmitir sensación de dominio de la situación desde el plano de la comunicación no verbal), en este caso, tenemos el marcador así: Rajoy 0 – Sánchez 1.