Esta mañana he podido ver la entrevista de Carlos Alsina a Rajoy en Onda Cero, y la verdad es que me ha alegrado el día. No puede haber tanta belleza no verbal en tan pocos segundos.

En un primer momento, podemos ver a un Rajoy que seguramente está repitiendo el mismo discurso que viene pronunciando desde hace semanas o meses. Su paralingüística es normal, habla sin trabas y sin pausas.

Pero todo cambia cuando el entrevistador le plantea algo que quizás ni él mismo había pensado: que, aunque los catalanes se independizaran, seguirían siendo españoles por haber nacido en España. Y aquí es donde podemos ver un “aleg” de manual (min. 0’35). Mariano Rajoy se retira echando su tronco hacia atrás. En ese momento, está incómodo y querría irse de la escena. A la vez, hace un sagital inferior, es decir, baja el mentón. El sagital inferior puede tener varias lecturas, como la timidez o la vergüenza.

La paralingüística también le juega una mala pasada: durante el “aleg”, hace una pausa. Seguidamente, en el min. 0’37 utiliza coletillas y alargamiento de las palabras (“pues, ehhhh”).

Pero la belleza del vídeo viene con la microexpresión de tristeza que hace en el min. 0’42. Una microexpresión es una expresión facial que dura menos de un segundo, normalmente un cuarto de segundo, y que hacemos sin darnos cuenta. Las microexpresiones son por tanto un reflejo de nuestro pensamiento verdadero. Podemos ver las cejas típicas de tristeza, con la parte interna hacia arriba. Este movimiento es relativamente difícil de hacer adrede. Sin embargo, lo podemos realizar sin problemas cuando lo hacemos sin darnos cuenta.

Finalmente, me quedo con la cara de satisfacción del periodista en el último momento. Es muy difícil sacar a un político de su zona de confort en lo que al discurso se refiere. Repiten las mismas ideas, conceptos, palabras e incluso anécdotas (recordemos la famosa amiga invisible de Pedro Sánchez). Así que es todo un logro conseguir que la emoción salga de un político.

https://www.youtube.com/watch?v=e7v0O3YQPcQ