Los que me conocen saben que soy una persona de retos, y estos días se fraguó un reto más en este maravilloso mundo de la comunicación. Hasta ayer, me he dedicado a analizar, en la comodidad de mi despacho, los vídeos de entrevistas, debates, momentos gloriosos y otros no tanto, etc., que han ido cayendo en mis manos. Ayer, sin embargo, fui un paso más allá, y la entrevista la hice yo, con un objetivo claro: buscar en el entrevistado la comunicación no verbal que le define, más allá de los discursos aprendidos y repetidos hasta la saciedad a los que nos tienen acostumbrados a los ciudadanos.

Mi “víctima” fue el senador del Partido Popular por la provincia de Alicante y jefe de campaña del Partido Popular en Benidorm, Agustín Almodóbar Barceló. Evidentemente, lo primero que tengo que decir es que fue muy valiente al someterse a mi tercer grado, teniendo en cuenta que sabía que después lo iba a analizar.

Pero, dicho esto, vamos con el análisis de una persona que durante casi una hora tuvo que defender las políticas que han venido haciendo desde el gobierno, a su candidato como el mejor posible, y ¡hasta la fiesta nacional!

LAS MANOS

Uno de los gestos que puede definir a Agustín Almodóbar en esta entrevista es el de las manos en cuchillo.

Se protege. Lo cual es normal, puesto que está en una situación de cierta tensión, en la que está siendo grabado, tiene que medir sus palabras, y además, tiene que responder a mis preguntas, no siempre cómodas.

Sin embargo, esa ligera protección se torna en cierta tensión con agresividad cuando toco el tema del sueldo. “¿Tú también miras tu cuentas a fin de mes como Rajoy?” (min. 13’27) Me contesta cortésmente y me da muchas explicaciones, pero sus manos, manos en pistola, me demuestran que no le ha gustado que le pregunte eso.

La tensión en una persona se puede apreciar con diferentes gestos. Y Agustín Almodóbar nos regala un puño cerrado (min. 37’55).

Contiene la agresividad, porque estoy tocando un tema que ciertamente le incomoda. No es fácil justificar el que se hayan subido los impuestos cuando en el programa electoral se había dicho lo contrario.

Y ¿qué otros movimientos podemos encontrar que denotan incomodidad en el entrevistado?

LA INCOMODIDAD

Nos encontramos con dos aleg. El aleg es un movimiento en el que nos retiramos de la escena y volvemos. Nos vamos hacia atrás, porque no nos gusta la situación que estamos viviendo, pero, como no nos podemos ir de verdad, volvemos. ¿Os acordáis de la grandiosa frase “y la europea”? Pues vino después de un aleg. Podéis ver el análisis de ese aleg pinchando aquí.

El primer aleg (min. 34’25) viene causado por un comentario sarcástico mío: “es mejor ir a jugar al futbolín con Bertín Osborne”.

El segundo aleg (min. 35’46), viene después de que le pregunte por el 5% del programa del PP en las pasadas elecciones, que según el senador no se ha cumplido.

Aunque realiza más gestos que denotan incomodidad, os quiero hablar de uno que no he mencionado nunca: el micropicor en el ojo que hace que lo tengamos que cerrar (min. 20’50).

No le gusta lo que ve, lo que hay, y el micropicor le ayuda a poder cerrar el ojo, a salir de ahí por un momento.

LAS DUDAS

Pero si hay un micromovimiento que define a Agustín Almodóbar en esta entrevista, porque es el que más se repite, es el del movimiento vertical de hombros, que hace hasta en seis ocasiones (min. 9’58, 14’40, 23’47, 44’35,45’38 y 45’44). El movimiento vertical de hombros, en comunicación no verbal científica, se define como una ligera elevación de uno o de los dos hombros, muy rápida, apenas perceptible, y que se hace de forma inconsciente. Este movimiento implica duda, inseguridad. No estoy completamente seguro de lo que digo y por eso hago un leve movimiento de hombros.

Otro gesto de duda, que también puede implicar mentira, es el no falso. En comunicación no verbal científica, no es lo mismo comenzar el movimiento típico de negación que hacemos en los países occidentales, girando de un lado a otro la cabeza, mostrando el lado derecho de la cara que mostrando el izquierdo. Podéis ver qué es un no falso pinchando aquí. En el no falso, primero mostramos nuestro lado izquierdo de la cara.

El primer no falso de Agustín Almodóbar (min. 37’48) está negando que se haya engañado a los españoles. Repito, implica mentira o duda. Puede ser simplemente que sea una afirmación tan amplia, tan general, que le genere dudas acerca de la veracidad al 100% de la misma.

El segundo no falso que hace el senador (min. 42’07) viene cuando niega que se paguen los gastos de las campañas en sobres, en dinero negro. Aquí la duda que puede tener, dados los casos de algunos políticos que sí se ha demostrado que manejaban dinero negro, es más que razonable.

LA PRIMERA IMPRESIÓN

Si para cualquier persona es importante causar una buena primera impresión, ya os podéis imaginar en el caso de los políticos, y más en estos días de campaña, lo esencial que es es esa primera impresión que causan en las personas que pueden decidir su victoria o su derrota en las urnas.

Cuando llegué ayer a la sede del PP en Benidorm a la hora que habíamos acordado, me recibió un Agustín Almodóbar con el semblante serio, sin una sonrisa, con frases cortantes, lo cual me llamó mucho la atención. Después, a lo largo del paseo que dimos hasta el lugar donde íbamos a grabar la entrevista, pude comprobar que es una persona de trato agradable, con sentido del humor y bastante afable. Mientras esperábamos a que el técnico de sonido hiciera pruebas, pude comprobar el por qué de aquel recibimiento tan frío por parte de una persona que no lo es. Tenía un micropicor en el dedo índice izquierdo. Este micropicor se asocia la autoridad de uno mismo, y aparece en las situaciones en que uno se siente en desventaja respecto a la otra persona. Efectivamente, yo poco tenía que perder y él se está jugando estos días su imagen, y, más allá, su trabajo en los próximos cuatro años.

En cuanto a la forma en que da la mano, es correctísima, con la mano en posición vertical, firme pero sin apretar demasiado, mirando a los ojos…

La de ayer fue una gran experiencia. No sé si volveré a repetirla, porque no sé si alguien, después de leer este análisis, se prestará al ojo crítico del análisis en comunicación no verbal científica.