Un servidor no pensaba nunca que iba a formar parte de una comisión fogueril de la fiesta del fuego de la capital de la Costa Blanca. Aunque vivía muchos años en esta ciudad, más de cuarenta. Mi amor por la fiesta era la que había mamado desde mi tierna infancia, los moros y cristianos de mi tierra chica, Villena.

Pero las circunstancias de la vida propiciaron que conociera una comisión fogueril y a su presidenta, Pepa Rosa Merino, estoy hablando de la comisión de la hoguera Plaza de Gabriel Miró, la Decana, de la fiesta del fuego de Alicante.

Poco a poco esta gran festera y persona me fue introduciendo en su comisión. Una comisión fogueríl con magnificas personas y me gusto mucho. En poco tiempo me integre totalmente en ella.

Y es ahí donde empezó mi amor por la fiesta del fuego y es ahí, donde mi corazón se dividió entre estas dos fiestas, los moros y cristianos y les fogueres de Sant Joan. Ya que al fin y al cabo era fiesta, tradición, arraigo, amor por las cosas de la tierra, mediterraneidad de sus gentes. Se trata de una pequeña familia en cuanto al número de componentes, pero una gran familia en lo referente al alicantinísmo más radical. Son personas que no les importa dedicar su tiempo libre, para hacer de su comisión y de la fiesta de su ciudad la más grande, participando en todos los actos y acontecimientos que requiere el protocolo oficial de la misma.

He tenido la satisfacción y el honor de estar diez años como responsable de la confección del llibret de la asociación festera, una responsabilidad muy bonita y de la que he aprendido mucho, al lado de mis dos amigas y compañeras de fatigas Ana y Dulce María, dos festeras como la copa de un pino, que han sabido hacer que esta responsabilidad fuera compartida y muy llevadera haciéndome muy feliz. La verdad es que estoy muy contento de pertenecer a esta comisión festera. Las personas que la componen con sus nombres y apellidos cual mejor, como persona o amigo. Para mí todos son estupendos por eso no puedo distinguir los quiero a todos por igual.

Por eso mi comisión de la Hoguera Plaza de Gabriel Miró, con mi querida presidenta Pepa Rosa a la cabeza, nuestras bellezas y damas de honor, nuestros comisionados y comisionadas, formamos una asociación unida en un valor supremo, el amor por hacer de nuestra fiesta del fuego una de las fiestas más conocidas y con más arraigo y tradición en este país.

Por eso en los días venideros, Alicante ya huele a pólvora recién quemada, la plaza de los luceros ya está preparada para que sean disparadas las mascletás de fiestas, con su sonido ensordecedor característico, que hace que se nos pongan los pelos de punta y saltemos y gritemos de emoción cuando va llegando a su colofón. Alicante viva, sin dormir, con sus monumentos fogueriles, plantados, erguidos y orgullosos de lo que representan para un pueblo como el alicantino, que en estas jornadas deja aparcada la monotonía y se tira a vivir en la calle con sus paisanos para hacer de esta urbe, la mejor tierra del mundo.

Aprovecho la tribuna que me brinda esta publicación y como colofón de este texto, deseo a todos los alicantinos y las personas que nos visiten durante estos días de fiesta que pasen unas felices Fogueres de Sant Joan 2014.