Este año se cumplen diez años del estreno de Fringe, una serie que parecía una nueva versión de Expediente X Expediente Xpero que cuando empezó a mostrar sus cartas demostró ser algo muy diferente. Fringe no inventó el concepto de las realidades alternativas, pero sí que ha marcado un camino para otras ficciones que después han querido abordar el tema. Este año han coincidido en antena varias series cuya temática es el de los universos paralelos. Parece que va a ser un tema recurrente para la ciencia ficción, tal como el año pasado lo fueron las series dedicadas a los viajes en el tiempo. Esta semana en el blog, repasamos tres de los títulos más destacados de este año en el que las realidades paralelas son la clave del argumento.

1) Counterpart (HBO): No parece de ciencia ficción, sino más bien una trama de espionaje de las clásicas novelas del género ambientadas durante los años de la Guerra Fría. Counterpart es una serie de realidades paralelas al más puro estilo de Fringe, con dos universos enfrentados. Uno de ellos con planes ocultos e intrigas para atacar al otro. En algún momento de los años 80, la realidad se dividió y se crearon dos universos diferentes. No es nada casual que la acción se sitúe en Berlín. Es como cruzar de un lado a otro del Telón de Acero durante los años en que el muro de Berlín separaba una zona de la otra. El paso de personas de un mundo a otro está muy limitado y hay estrictos protocolos para en intercambio de información y las normas de la diplomacia entre ambos mundos. También hay incursiones ilegales de personas de un mundo a otro e infiltrados en el otro universo. Descubrir qué pasó de manera diferente es una de las gracias de la serie. El protagonismo recae en J. K. Simmons con un doble papel. En nuestro universo Howard Silk trabaja en una agencia haciendo un trabajo burocrático, con una vida gris y sin méritos aparentes. En el alternativo, es un intrepido espía, un hombre de acción. Ambos deben colaborar y trabajar juntos en una misión y hasta intercambiar sus papeles en sus respectivos mundos. Para el Howard de un lado su otro yo es todo lo que él podría haber sido en la vida de haber puesto más coraje. Por su parte, el otro Howard ve a su versión alternativa como un pelele, pero pronto va valorando su nobleza y honestidad, así como el hecho de que es mejor marido y padre de lo que él pudo haberlo sido jamás. Imprescindible verla en versión original para apreciar la interpretación de J. K. Simmons haciendo que le veamos como dos personas totalmente diferentes.

2) The Man in the High Castle (Amazon) comenzó como una serie ambientada los años 60 de un mundo donde Alemania y Japón ganaron la II Guerra Mundial y se repartieron los Estados Unidos. A lo largo de sus primeros episodios vimos cómo había un tráfico en el mercado negro de películas en las que se mostraba lo que pasó en la historia que conocemos y cuya difusión se consideraba como un hecho altamente subversivo. La primera temporada terminó al más puro estilo Fringe cuando uno de los personajes saltó de este universo paralelo a otra realidad, la nuestra, en la que los Beatles, arrasaban en los 60, Lolita era uno de los libros más leídos y el mundo se estremecía durante la crisis de los misiles cubanos. El personaje en cuestión es uno de los ministros del gobierno japonés en la costa oeste americana y en esa nueva realidad se reencuentra con una realidad donde su esposa no ha fallecido, así como versiones alternativas de personas a las que conoce. A la espera de la tercera temporada, cuyo estreno no tardará mucho, todo apunta a que se va a seguir buceando en esos universos paralelos y a ofrecernos otras versiones de personajes que ya conocemos. A la vista de lo que se ve en las películas que mueve el hombre en el castillo, hay más realidades posibles.

3) Star Trek Discovery (Netflix): La contestación a una de las mayores críticas que se hacía a Star Trek Discovery ha acabado siendo uno de los mayores spoilers de la serie. Desde el principio algunos habían cuestionado los métodos de ese oscuro capitán Gabriel Lorca (Jason Isaacs), que eran lo opuesto a cómo debía actuar un oficial de la Flota Estelar. Lo que habíamos visto en la primera temporada dio un vuelco con la llegada del Universo Espejo, un mundo ya conocido por los trekies y que se presentó oficialmente en la segunda temporada de la serie clásica de los años 60. Se trata de una realidad alternativa, en la que la Federación es todo lo opuesto a esa alianza entre planetas en pro de la paz y la exploración de nuevos planetas. Es una distopía en la que la Tierra se ha lanzado a conquistar otros mundos, sometidos por un régimen tiránico y donde impera la ley del más fuerte. El Universo Espejo volvió con frecuencia en Espacio Profundo 9, el segundo spin off de Star Trek, donde al ser una de las series con mayor número de personajes secundarios de la franquicia, siempre había una ocasión de disfrutar de una nueva versión oscura de ellas. Este universo paralelo regresó en Enterprise, la precuela de Star Trek, en un episodio doble durante la última temporada. El Universo Espejo ha regresado de nuevo a la franquicia por cuarta vez en la segunda parte de la primera temporada. Las aventuras de Michael Buhrman (Sonequa Martin Green) en el universo espejo y la inesperada llegada de personajes a los que dábamos por perdidos, aunque sean sus dobles malvados, ha sido el eje de la trama de los últimos episodios, donde la Discovery quedaba atrapada en esta retorcida realidad. Como broche de oro para el desenlace de la primera temporara, hemos el regreso a casa, la resolución del conflicto con los klingon y la llegada de la Enterprise de toda la vida en la última escena de la temporada. ¿Veremos en el inicio de la segunda el encuentro entre Spock y su hermanastra?