La gran revolución informática de finales del siglo XX no se gestó en los departamentos I+D de las grandes empresas tecnológicas. Pioneros como Bill Gates y Steve Jobs empezaron en el garaje de su casa haciendo sus primeros avances informáticos hasta que construyeron los grandes imperios tecnológicos que son hoy Microsoft y Apple. Estos tiempos, que pueden considerarse la prehistoria de la informática, son los que nos habla Halt and Catch Fire una de las series con las que AMC trata de cubrir el vacío que dejó Mad Men y de la que ya hablamos en nuestro post sobre series ambientadas en los años 80. Aunque hoy por hoy sus audiencias son más bien discretas, cuenta con un público tan fiel que la cadena ha renovado la serie por un tercer año.

Aunque a muchos la jerga informática en la que se expresan sus personajes puede sonar a chino, la serie habla de cosas que sí son universales. Por una lado están los que son capaces de crear algo nuevo y luego están aquellos que tratan de aprovecharse del trabajo de los primeros y quedarse con todos, aunque ellos mismos son incapaces de crear nada. Y eso es algo que sí entendemos todos. En la primera temporada, la historia arrancaba en 1983 cuando los protagonistas estaban inmersos en la carrera por la creación del primer ordenador portátil de la historia, mojando la oreja a un gigante de la informática como era IBM y que se había dormido en los laureles. En la segunda entrega hemos dado un salto en el tiempo hasta 1985 y asistimos a los primeros años de la comercialización de los videojuegos on line, los primeros chats y de manera involuntaria la llegada de los primeros antivirus. Durante ese año, Atari es la empresa dominante en el mercado de las consolas domésticas, aunque acaba de llegar a Estados Unidos un nuevo dispositivo japonés de una tal Nintendo, que cuenta con un juego en el que un señor bajito con bigote salta encima de tortugas. Para esta segunda temporada, Halt and Catch Fire ha apostado más por los personajes femeninos que son quienes realmente llevan las riendas de la empresa, con lo que tenemos la perspectiva de cómo vivieron esos días en los que la informática no era considerada una profesión para mujeres.

Aunque cada temporada está teniendo un final cerrado en el que no es necesario una continuación, la intención de su productor, Jonathan Lisco, es que la serie llegara a las siete temporadas. A través de saltos en el tiempo iremos asistiendo a momentos clave en la revolución tecnológica para llegar al año 2020, en el que se emitiría esta hipotética última temporada. Por lo que hemos podido ver posibilidades de contar buenas historias que se alejen de lo que ya hemos visto en televisión hay muchas. Ya se nos ha insinuado que se podría contar cómo fueron las primeras creaciones de efectos especiales y la animación por ordenador en el cine; pero en el tintero se quedan cómo fue la expansión global de internet; la guerra de los navegadores; el boom de las empresas .com; el cierre del Napster; las redes sociales; la irrupción de Youtube; la fusión de la informática con la telefonía móvil… Las posibilidades son tan amplias que Halt and Catch Fire podría convertirse en una gran serie, siempre que la dejen.