Siete años han pasado ya desde el final de «Los Soprano» y en estos días uno de sus principales guionistas y alma mater de la serie, David Chase, ha salido hablando sobre el controvertido cierre de la saga mafiosa. El último episodio levantó muchas ampollas, aunque no tantas como el de «Lost», a cuyos creadores muchos no han quitado todavía la cruz. Las heridas se han removido esta semana a raíz de una entrevista concedida en Vox por Chase a la periodista Martha P. Nochimson, en la que el escritor (y también director del capítulo) se ha marcado una respuesta que a muchos ha dejado descolocados. Tanto revuelo han causado sus palabras que ha tenido que salir haciendo un cuasi desmentido a las pocas horas. Ahora, viene ese momento en el que la palabra spoiler debería encenderse con letras rojas en la pantalla de los ordenadores en el caso de que no hayas visto el final de Los Soprano. Aunque si no lo has visto, has sido valiente al llegar hasta aquí.

¿Ya estamos solos? Pues, sigamos. La escena final de la serie ha pasado por derecho propio a lo mejor de la historia de la televisión. En la secuencia vemos al mafioso Tony Soprano esperando en un restaurante para cenar con su familia. Aparentemente no ocurre nada, pero la tensión se masca en el ambiente. Mientras Tony espera pone una canción en la máquina de discos y va siguiendo con la mirada a todos los clientes que entran y salen del local. Primero llega Carmela, la esposa, y después su hijo Anthony. La otra hija, Meadow, está intentando aparcar pero no hace más que darse contra le bordillo y se produce un montaje entre lo que pasa dentro y fuera del local. Uno de los clientes, que desde la barra estaba mirando a la familia Soprano se dirige al cuarto de baño. Tony sigue con la mirada a todo el que pasa junto a su mesa. En el momento en que Meadow va a entrar en el local, Tony mira hacia a la cámara y a continuación todo queda en silencio mientras se produce un fundido a negro y, tras unos diez segundos, los créditos finales. La gran pregunta del millón es, ¿pero qué ha pasado? Muchos espectadores pensaban que se trataba de una avería del cable y se habían perdido el final. Pero, no. Es lo que había.

Debo decir que para mí, no fue nada determinante, Tuve que ver la escena dos veces y después mirar en internet las distintas teorías que daba la gente. Y aquellos que decían que Tony Soprano había muerto me convencieron. En un capítulo anterior Tony aparecía hablando con otro personaje sobre el momento de la muerte y éste le decía que todo se quedaba en silencio y que el que recibía el disparo ni siquiera llegaba a entender qué había pasado. Un diálogo que reforzaba la teoría de todos aquellos que decían que a Tony le había disparado el tipo que iba al lavabo, en un homenaje a «El Padrino». Pero héte aquí que en la entrevista a Chase, quien nunca ha dado más aclaraciones sobre el tema, le preguntan: «Pero, ¿está muerto o no Tony Soprano?» y éste negó con la cabeza y dijo: «No, no está muerto». Ante la polémica suscitada, el representante de Chase tuvo que salir haciendo una aclaración, diciendo que le habían malinterpretado sus palabras. «Hay un contexto mucho mayor para las declaraciones y, por tanto, no es verdad», decía. El guionista siempre ha defendido que seguir buscando la respuesta a esa pregunta es inútil y que la escena plantea una pregunta espiritual que no tiene una respuesta correcta o incorrecta. La verdad es que el final es totalmente abierto y, con una respuesta tan ambigua, todo es posible. Con James Gandolfini ya fallecido, queda cerrada la posibilidad de que a alguien se le hubiera ocurrido dentro de unos años seguir con la historia de Los Soprano y rodar nuevos episodios o alguna película en la pantalla grande.

Aunque ya he dicho que a mi en su día me convencieron los defensores de la teoría de la muerte de Tony, las palabras de Chase me hacen replantarme esa interpretación y he tratado de buscar otra. Si estos días ha salido gente tirándose un cubo de agua helada por encima, ahora soy yo el que se va a mojar. Intelectualmente.Si Tony Soprano muere o no tiroteado en el restaurante no es la cuestión. Hay algo que no ofrece dudas y es que, a tenor de lo que hemos visto durante toda la serie, Tony va a morir violentamente asesinado algún día y no en la cama por enfermedad. Ha perdido a prácticamente todos sus amigos y está rodeado de rivales. La tensión de la cena es evidente. Estamos esperando constantemente que alguien se acerque y le pegue un tiro. Pero lo cierto es que da igual si esto pasa o no en ese capítulo. Alguien lo acabará consiguiendo algún día. Damos por supuesto que será ahora porque es el último episodio, pero en el fondo da lo mismo. A Tony Soprano le queda la angustia de saber que ya nunca disfrutará de un solo momento de paz y morirá sin saber qué es lo que le ha pasado. Siempre estará mirando a su espalda para comprobar que nadie se le acerca a pegarle un tiro.