Una muerte descafeinada, tres crossovers y un vídeo bizarro cuyo mensaje es que tenemos Simpsons por los siglos de los siglos. Mantenerse en antena durante 26 años no es algo fácil. Los productores de Los Simpsons han comenzado fuerte la temporada para seguir captando la atención del espectador con este triple salto mortal con tirabuzón. Una apuesta fuerte quizá para intentar demostrar que la serie no sólo es una excusa para vender camisetas, sino para que se hable de lo que ocurre en sus episodios.

Hace unos meses ya fueron calentando motores anunciando que esta temporada moriría unos de sus personajes. sin posibilidad de que hubiera vuelta atrás. Para dar una pista, Al Jean aseguró que el actor que interpreta al personaje ganó un Emmy. La rumorología se puso en movimiento desde que se hizo el anuncio y los productores tuvieron que salir desmintiendo que el difunto fuera a ser Bart, ya que en algunos medios aparecía en lo más alto de las quinielas y otros lo daban directamente por liquidado. Descartado Bart, el siguiente que tenía todas las papeletas era Krusty el Payaso, ya que el capítulo en el que se iba a producir el óbito se titulaba 'Clown in the dumps' o 'Payaso deprimido'. De hecho, Dan Castellaneta es el actor que dobla al payaso y además tiene un Emmy, lo que le hacía encajar en el perfil. Pero claro, también pone la voz a Homer, al abuelo Simpson, a Barney, al alcalde, a Hans Topo, y a una lista interminable, ya que más de 500 episodios dan para muchos personajes. Finalmente, el misterio se ha desvelado y el elegido ha sido el equivalente a un señor que pasaba por la calle y al que yo sólo había visto en un episodio. Si no quieres enterarte de quién es el personaje de marras puedes pasar al siguiente párrafo porque va un spoiler. El difunto ha sido el padre de Krusty, el rabino Krustofski. O sea que, para bien o para mal, todo seguirá igual.

El segundo golpe de efecto con el que ha empezado la temporada ha sido un cruce con la serie Padre de familia, su más feroz competencia y con la que se la está comparando constantemente. El cruce se pudo ver en la serie rival. Y todavía faltan dos crossovers más: uno con Futurama (la serie de Matt Groening ambientada en el futuro) y otro con los primitivos Simpsons cuando empezaron en el Show de Tracey Ullman.

Sin embargo, lo que se ha llevado el gato al agua ha sido el gag del sofá del episodio de arranque de la temporada, que fue encargado al animador independiente Don Hertzfeldt. El calificativo que se me ocurre es el de 'raro, raro, raro', pero me ha encantado. Al dibujante se le va la pinza y nos enseña a los Simpsons de 10,535 en el episodio 164.775.7 de la serie. El gag comienza con Homer en el sofá zapeando con un sofisticado mando a distancia. Accidentalmente toca el botón que no debe y, primero, retrocede en el tiempo a 1989, para después avanzar hacia el futuro. Mientras viaja en el tiempo su forma física va evolucionando. La moraleja, aunque cargada de surrealismo, es que tenemos Simpsons para rato. ¿Piensas que la familia amarilla hace tiempo que dejó de interesarte? Pues el capítulo avisa: 26 años no son nada. Dejaremos de ser humanos, pero ellos seguirán en la pantalla. Aunque como seres inferiores en la escala de la evolución, no seamos capaces de entender lo que pasa en sus episodios.

En los últimos años, los Simpsons han ido sofisticando estos gags del sofá, para disfrute de los espectadores y desesperación de los programadores de Antena 3 que siempre mutilan sin piedad los títulos de crédito. Una de las introducciones más polémicas fue la que se encargó al grafitero Bansky que aprovechó para parodiar a la Fox, denunciando la externalización de la animación y de todo el merchandishing (muñecos, camisetas, dvds) a Corea del Sur, con plantillas que trabajan en condiciones infrahumanas. Lo más polémico no fue la crítica en sí, sino que la Fox lo emitió tal cual, lo que se interpretó como que se tomaba a cachondeo estas denuncias y se las pasaba por el arco de triunfo.

El año pasado para presentar el episodio especial que se emite en Halloween, la Fox recurrió al realizador mejicano Guillermo del Toro, que en apenas tres minutos, ofreció una secuencia que contenía homenajes a cerca de cincuenta películas de terror y ciencia ficción. Naturalmente, no falta la ocasión para barrar para casa y en ella se incluyen referencias también a algunos de sus títulos más recordados, por no decir a todas sus películas. Si no se me ha escapado, la única que falta es El espinazo del diablo.

Los homenajes a otras películas han sido constantes desde el inicio de la serie. En las últimas temporadas, no se ha dejado pasar la oportunidad de parodiar a otras obras audiovisuales de ficción del momento, como Breaking Bad, el Hobbit y naturalmente, la que es la serie más seguida, Juego de Tronos.

Y por último, y para terminar con este homenaje, un vídeo en el que se muestran simultáneamente en pantalla 554 gags del sofá. Premio para el que consiga ver algo. Dentro de 26 años, veremos el montaje con los 1.000 gags y ahí os quiero ver a todos para comprobarlo.