Jessica Lange abandona American Horror Story y ya no estará en la quinta temporada de la serie, cuyo rodaje comenzará este verano. Era un secreto a voces que la actriz quería dejarla, pero su productor-guionista-director, Ryan Murphy, y muchos fans aún albergaban la esperanza de que, a última hora, la diva cambiara de idea y se animara a embarcarse en este disparatado proyecto otro año más. Queda la incógnita de saber cómo aguantará el show a partir de ahora sin su estrella principal. La serie ha sido la constatación de que la televisión puede ser una buena salida profesional ante la cada vez más alarmante falta de buenos papeles en la gran pantalla para la mayoría de las actrices una vez que alcanzan cierta edad. Junto a Jessica Lange, a lo largo de las últimas temporadas han ido desembarcando en American Horror Story otras veteranas, como Kathy Bates y Angela Basset. Pero no sólo de actrices maduras vive esta producción. El reparto de la quinta temporada se está negociando y una de las estrellas que se ha anunciado para el próximo año es, ni más ni menos, que la cantante Lady Gaga. Aún no me ha terminado de quedar claro si su presencia en la serie de Murphy será para sustituir a la Lange al frente del reparto, o será uno de esos inolvidables personajes secundarios que enriquecen las tramas año tras año. Al margen de que a uno le guste o no esta cantante, lo cierto es que nadie puede negar que su personalidad y sus extravagancias van a encajar como un guante en el extraño universo de American Horror Story y es un fichaje coherente con las entregas anteriores. La quinta temporada tiene como subtítutulo Hotel, así que ya podéis empezar a pensar en películas de terror que transcurren en hoteles para buscar los respectivos homenajes el próximo año en los nuevos episodios. Las primeras referencias que ahora se me vienen a la mente son Psicosis y El Resplandor.

Cada temporada está concebida como una historia autoconclusiva de doce episodios, en la que los actores son los mismos pero de un año a otro encarnan distintos personajes en historias totalmente diferentes. Esto suele facilitar el que cualquier personaje puede morir y las escabechinas llegan ser mayores que las de Juego de Tronos, porque ya sabemos que el actor o actriz fallecido nos sorprenderá en la temporada siguiente con un nuevo rol. O tal vez no, porque ahora salen las teorías que avanzan que cada temporada está interconectada con las otras y hay que buscar las pistas que las unen. De cualquier manera, Jessica Lange se despide de la serie dejando detrás cuatro personajes inolvidables que se han convertido en la marca de casa. Demos un repaso a las distintas caras que ha tenido Jessica Lange a lo largo de estos cuatro años. ¿He avisado que los videos tienen spoilers? Bueno, el último menos.

1) La vecina de al lado. Constance Langdon. Cuando los Harmon llegan a su nueva casa, pronto conocen a su nueva vecina. Y es que tiene una personalidad y un carácter que no pasan desapercibidos. Los Harmon poco a poco se van dando cuenta de que han comprado una casa encantada y que su grosera y manipuladora vecina conoce más de los secretos que ocultan sus paredes de lo que quiere aparentar. Al tiempo que también tiene su propia hoja de ruta para esta familia. Constance Langdon haría lo que fuera por sus hijos, aunque es una persona cruel con ellos. Pese a toda su rudeza, Constance es también un personaje marcado por la tragedia.

2) La madre superiora. La hermana Jude. En Asylum, Lange encarnaba a la hermana Jude la madre superiora de un sanatorio mental durante los años 60, en el que se recluían tanto enfermos mentales como delincuentes peligrosos. Su personaje recordaba bastante al que interpretaba Louise Fletcher como enfermera jefe del sanatorio de Alguien voló sobre el nido del cuco. Ésta fue una de las temporadas más locas de la serie, mezclando el horror de los sanatorios mentales, con exorcismos, abducciones alienígenas y hasta incluso la mismísima Ana Frank, sí, sí, la del diario. A medida que avanza la temporada, vemos que no todo es lo que parece con la madre superiora y que esconde un turbio pasado. Al final, logra su particular redención.

3) La bruja que no quería envejecer. Fiona Goode. La hechicera suprema de Nueva Orleans tiene un problema: pese a todo su poder, es alguien mortal y ve cómo su belleza se va marchitando. Es en ese momento cuando decide volver con las brujas de su aquelarre. Murphy mete en Coven a un grupo de jóvenes brujas en una versión siniestra del Hogwarts de Harry Potter y lo mezcla con sacerdotisas vudús, zombíes, el monstruo de Frankenstein y hasta un asesino en serie sospechosamente parecido a Jack el Destripador. Todo un cocktail para conseguir el secreto de la eterna juventud.

4) La diva. Elsa Mars. Refugiada de la Alemania nazi en Estados Unidos, Elsa Mars monta un circo en un pueblo de Florida en los años 50 y va recogiendo a sus pequeñas rarezas que se encuentra en el camino, marginados sociales a causa de su deformidad física, para convertirlas en estrellas de su carpa. Elsa se ve como la madre de todos ellos, aunque tiene el punto egoísta y narcisista del personaje que interpretó en temporadas anteriores. En el fondo quiere ser una diva del espectáculo y lleva muy mal que aparezca alguien nuevo para eclipsarla. La explotadora dueña del circo de Jupiter ha sido su último gran papel y su despedida de la serie.