Hasta no hace mucho tiempo, las series de superhéroes de Marvel en Netflix eran el camino a seguir por este género para expandirse por la televisión. El estreno de la segunda temporada de Luke Cage ha dejado en evidencia que hay un problemón de fondo. Pese a todos los esfuerzos por tratar temas más sociales, más realistas y de una manera adulta, son cada vez más aburridas. Trece episodios, de casi una hora de duración, que llegan a hacerse cuesta arriba. Temporada a temporada, pese a que siempre se les ha achacado los mismos errores desde el principio, se sigue recayendo en ellos. Y lo que es peor, cada vez se nota más. Últimamente se lleva eso de decir que hay series que son como películas de diez horas, pero ¿se ha parado alguien a pensar lo duras que pueden ser algunas películas de diez horas? Y sobre todo cuando se nota que ha sido alargada hasta la extenuación para rellenar un determinado número de episodios y que la misma historia te la podían haber contado en menos de dos horas.

El fin de semana en el que se estrenó la primera temporada de Luke Cage los servidores de Netflix se colapsaron y el servicio se cayó durante una horas ante el masivo número de seguidores en todo el mundo que intentaron hacerse un marathón con la serie. Nada de esto ha pasado en la segunda. Imagino que no se deberá sólo a que se han modernizado equipos para evitar cosas como ésta, sino que esta vez el público también se lo ha tomado con más calma. Porque es para tomarlo con calma, a no ser que uno sea incondicional del género. La segunda temporada de Luke Cage sigue jugando con la idea de hacer un The Wire con superhéroes. Una idea que sobre el papel parece muy atractiva, pero que no termina de estar bien ejecutada. No puede decirse que sea una mala serie y los esfuerzos por hacer algo de calidad son evidentes. Para mi gusto, es demasiado discursiva y las escenas de lucha consiguen sacarme de los momentos más aburridos. Hay series durillas que recompensan después el esfuerzo de sus seguidores con momentos que hacen que merezca la pena haber llegado hasta allí.

Luke Cage va de menos a más, pero lo que cuenta ya lo hemos visto unas cuantas veces. Así que he tardado un mes en acabarme la temporada mientras me preguntaba si valía la pena el esfuerzo. Mucho más corta hubiera ganado más. Otro punto a su favor es que sabe darle el toque racial adecuado para convertirlo en un producto singular y alejado de los topicazos del género. Hubiera estado bien haberle dado el mismo toque que con Jessica Jones, donde todos los episodios de la segunda temporada eran mujeres. No sería mala idea trece directores de color para contar la vida en el gueto. Pero en el listado, los realizadores son de todas las razas y colores. La actriz Lucy Liu es la directora del primer episodio.

Luke Cage retoma su papel de protector de Harlem, usando su poderes para proteger a los inocentes en el fuego cruzado entre las bandas del gueto. Su fuerza y su invulnerabilidad le convierten en el mejor arma para darles lo suyo a los pistoleros de turno. A Mike Colter le falta un poco de toque canalla para encarnar al personaje, pero hay que admitir que físicamente es idéntico al personaje de los cómics. El nuevo villano de la historia es Bushmaster, interpretado por Mustafá Shakir. Un rival casi tan invulnerable como Luke Cage y con una historia secreta de venganza por detrás. Repiten en la banda de los malos Alfre Woodard y Theo Rossi, así como otro personaje cuya identidad no se revelará hasta el final por lo que mejor me callo para no spoilear nada. En Luke Cage, los villanos son los mejores personajes. Con un matiz, la línea entre buenos y malos no está tan clara y el verdadero enemigo al final resulta ser quien parecía la víctima.

Paradójicamente uno de los mejores momentos de esta segunda temporada ha sido el cameo de Danny Rand (Finn Jones). Lo digo porque su serie es la peor del universo marveliano de Netflix. En los cómics, Rand forma dúo superheroico con Cage y se hacen llamar los Héroes de Alquiler. Los dos actores tienen química juntos y funcionan muy bien a lo largo del episodio, que es uno de los más entretenidos de la temporada. En toda la temporada hay bastantes guiños al nombre de Héroes de Alquiler. No es el único cameo de las series Marvel, ya que vemos al compañero de Matt Murdock/Daredevil, Foggy Nelson; a la inevitable Rosario Dawson como Enfermera de Noche; al soplón Turk Barret; o al fiscal Tower, entre otros. Vuelve también el personaje de Misty Knight (Simone Missick) con un brazo biónico que la hace entrar en el club de los superpoderes y que parece será la novia de Cage. No, Jessica Jones (Kristine Ritter) tampoco aparece en esta temporada.

De los cinco títulos Marvel de la plataforma en streaming, los más valorados son Jessica Jones y Daredevil. En la última entrega de las aventuras de la pendenciera detective privada con superpoderes ya empezamos a ver alguno de estos problemas de excesiva lentitud. En Daredevil se mantenía el nivel pero hace ya más de dos años que esperamos nuevos episodios. Las siguientes series Marvel en la lista de estrenos son la segunda temporada de Iron Fist y la tercera de Daredevil. No está muy claro cuál de las dos llegará primero y en la plataforma tienen en estudio todavía el calendario de fechas. Si tengo que elegir, que pongan antes la del cuernecitos. Como en Iron Fist volvamos a lo mismo, me bajo del barco (*). Le seguiría en el calendario la segunda de Punisher y parece que Luke Cage también está renovada para una nueva entrega. Para la tercera de Jessica Jones tendremos que esperar un poco más y mucho más para la segunda de The Defenders. Y todo ello contando con el divorcio entre Netflix y Disney de por medio no complique muchos las cosas.

De momento ya está anunciado que habrá un cambio de showrunners en Daredevil y en Iron Fist, así como que esta última será un poco más corta. ¿Empiezan a corregir errores? Les conviene que así sea, porque tal como está el calendario la continuidad está garantizada para un par de años más. En caso de no enderezar, empezará una inclinada cuesta abajo que terminará en el olvido. El estreno de Luke Cage ha pasado a ser más bien irrelevante mientras en otras cadenas las nuevas producciones de superhéroes con marcado tono adolescente empiezan a abrirse terreno. Netflix no suele hacer públicos sus datos de audiencia pero tampoco le tiembla el pulso cuando debe cancelar algo.

(*) Un día después de publicar esta entrada, Netflix anuncia para septiembre la segunda temporada de Iron Fist, con trailer y todo. A disfrutarlo.