La ocupación musulmana de la Península nos ha legado, entre otras muchas cosas, la medición de su centro geográfico, situado para ellos en la población madrileña de Pinto.
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La localidad del ciclista Alberto Contador está muy bien comunicada por ferrocarril con la capital de España, los veinte kilómetros que la separa son recorridos por la línea de cercanías C3, con parada en Sol y Atocha, en media hora.
Si llegamos en tren, a la salida de la estación nos encontraremos con un torreón, una construcción medieval de veinticinco metros de altura que sirvió de prisión para algunos notables durante los siglos XVI y XVII, como la princesa de Éboli.
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Dejando atrás el torreón, por la calle Maestra María del Rosario, llegamos al monolito que nos indica el centro geográfico de la Península Ibérica. En él podemos ver una placa que nos cuenta la leyenda del Arca: “Cuenta una leyenda que en tiempos de moros y cristianos los hijos del islam midieron estas tierras de parte a parte, situando en este punto el Centro Geográfico de la Península Ibérica y que justo aquí enterraron un arca con los instrumentos utilizados en sus mediciones”.
El monolito que indica el centro geográfico mira al parque de El Egido, pulmón verde de la villa y a la Iglesia de Santo Domingo de Silos, una construcción del siglo XVI conocida como la Pequeña Catedral.
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La calle Hospital, que parte desde el monolito, nos lleva hasta la plaza de la Constitución, una plaza con soportales y construcciones de dos alturas, presidida por el Ayuntamiento.
A la espera de una pronunciación del Instituto Geográfico Nacional del lugar exacto del centro geográfico, que no debemos confundir con el kilómetro cero de la Puerta del Sol en la capital de España, nos podemos quedar con la leyenda del Arca, como un pinteño más.
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Fotografías de J.Cintas:
1- Monolito que nos indica el centro geográfico.
2- Torreón de Pinto.
3- Iglesia de Santo Domingo de Silos.
4- Ayuntamiento de Pinto.
5- Plaza de la Constitución.
