NOTTINGHAM Y LONDRES (II). Un fin de semana inglés

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El autobús abandona la ciudad tomando la autopista M1 y dejando a nuestra izquierda las chimeneas de la central eléctrica de carbón. A las 10:50 estoy en la londinense Victoria Coach Station, muy cerca de la estación de ferrocarril homónima. Tomo dirección al Támesis, como no, por Victoria Street.

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Desde Parlament Square diviso el viejo y el nuevo emblema de Londres, el Big Ben y la London Eye. Por el Westminster Bridge cruzo el Támesis y me dirijo al embarcadero de la margen derecha, junto a la noria del milenio. En el embarcadero de London Eye tomo el barco de la compañía Clippers con destino a la Torre de Londres, pago doce libras por el trayecto de ida y vuelta. Me sitúo en la popa, único lugar descubierto del barco para poder hacer fotografías.

En la margen derecha del Támesis podemos ver arquitectura actual, como el Tate Modern, ubicado en una central eléctrica reconvertida en museo y el rascacielos Shard London Bridge, con trescientos seis metros de altura ocupa la segunda posición en el ranking europeo de edificios más altos, un ranking que en la posición diecinueve se sitúa las torres del edificio benidormense In Tempo.

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Me bajo en el embarcadero Tower Pier, mi llegada coincide con la apertura del cercano Puente de Londres, un puente levadizo que permite la llegada de barcos grandes, río arriba. Los alrededores de la Torre de Londres están concurridos y se acerca la hora de comer, me decido por un menú muy londinense, fish and chips.

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Después de comer tomo el barco de vuelta, ahora toca la marguen izquierda del río. Conforme navegamos vamos dejando atrás los edificios del distrito financiero, conocido como la City y, entre ellos, podemos ver uno de una forma singular, el 30 St Mary Axe, un rascacielos con el sello de Norman Foster. También divisamos la impresionante cúpula de la Catedral de San Pablo.

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Ahora me encuentro en el London Eye y todavía quedan tres horas para la salida del autobús con destino a Nottingham, así que decido hacer un tour a pie por el centro londinense. Desde el Westminster Bridge me dirijo a Trafalgar Square por Whitehall, con parada en Downing Street para ver el número 10 desde la verja. De Trafalgar Square voy a Piccadilly Circus, donde la estatua de Eros está arropada por luminosos. Por el Soho tomo camino a Oxford Street, una calle muy comercial. Termino mi tour con una bolsa de los almacenes Debenhams y con los pies de mis compañeros de viaje declarados en huelga, no quieren caminar más. Para llegar a Victoria Coach Station utilizo el Tube, en Oxfort Circus tomo el metro, la línea azul claro y pago cuatro libras por un trayecto de dos paradas, todo un robo. Con puntualidad británica, a las 19:00 horas estoy de camino a Nottingham en el autobús de National Express.

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Amanece y es domingo, sorprendentemente hace un día soleado. Antes de desayunar decido dar un paseo por el canal de Nottingham, a la vuelta al hotel recorro el Lace Martket, el barrio más antiguo de la ciudad, donde está la iglesia medieval de St. Mary’s.

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A las once dejo la habitación y pido en recepción que me guarden la maleta, aceptan previo pago de dos libras. Antes de abandonar la ciudad debo conocer su castillo, me dirijo primero a la zona real, el centro de la ciudad, donde está el edificio del Ayuntamiento con su gran cúpula presidiendo la Old Market Square y donde veremos arquitectura de ladrillos rojos.

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Desde St. Peters Square tomo camino por Albert Street hacia Castle Gate, calle que nos lleva hasta la estatua de un arquero que robaba a los ricos y repartía el botín entre los pobres, un ladrón que vivía en el bosque de Sherwood setecientos años atrás y que se llamaba Robin Hood.

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Muy cercana a la estatua está la entrada al Castillo de Nottingham, debo pagar cinco libras y media para acceder al recinto donde se situó el primer castillo en 1067, aunque el edifico actual es un palacio remodelado en 1878 y que se abrió al público como museo de Bellas Artes. En el sótano nos encontramos con la exposición “Hood in the Wood”, con ambientación de la época Robin Hood, parada obligatoria para los viajeros menudos que visiten el castillo.

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Mi vuelo despega a las 17:00, debo pasar primero por el hotel a recoger la maleta, así para que no se me eche el tiempo encima decido comer en el aeropuerto.

A las 20:30 horas aterrizo en Alicante, las experiencias de mi fin de semana inglés han concluido.

Fotografías y vídeos de J.Cintas:

1- Río Támesis.

2- Parlament Square.

3- Shard London Bridge.

4- Fish and Chips.

5- Margen izquierda del Támesis.

6- Piccadilly Circus.

7- Canal de Nottingham.

8- St. Mary’s.

9- Old Market Square.

10- Robin Hood.

11- Castillo de Nottingham.