Una fecha da nombre al epicentro de Malasaña, la plaza del Dos de Mayo, pero sí de un año, 1808, en recuerdo a los acontecimientos ocurridos en Madrid contra la ocupación francesa.
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Los militares Luis Daoíz y Pedro Velarde tienen un monumento en el centro de la plaza como reconocimiento a su acción contra los franceses el dos de mayo de 1808, en el Cuartel de Monteleón. También dan nombre a dos calles del barrio de Maravillas, al igual que Manuela Malasaña, una joven costurera que perdió la vida a manos de las tropas napoleónicas.
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El barrio de Universidad, qué despiste, Malasaña, Maravillas y Universidad, tres nombres para un mismo barrio, está en el centro de Madrid, entre Chueca y Argüelles. Popularmente ha sido conocido como Maravillas y fue rebautizado por la Movida como Malasaña.
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Una movida que montó la de Dios por Desengaño, La Palma y Espíritu Santo y lo puede certificar Juan Perro. En la calle La Palma está El Penta, un lugar donde escuchar, por la noche, canciones que consiguen que te pueda amar, le decía Antonio Vega a su chica de ayer.
El Penta está consagrado a Antonio Vega, un músico que se dejaba llevar y el Madrid Me Mata, en alusión a una expresión de la época, a la Movida. Situado enfrente del Penta, es un bar-museo con fotografías, carteles y recuerdos personales de los integrantes del movimiento cultural surgido en Madrid en la década de los ochenta.
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Malasaña también nos ofrece degustar una buena tortilla de patatas, quizá una de las mejores de Madrid. En la calle Colón está la Bodega de la Ardosa, parada obligatoria para tomar un pincho de tortilla española con un vermut y si queremos seguir deleitando nuestro paladar, Casa Julio, en la calle de la Madera, es un lugar donde tomar unas buenas croquetas, como hicieron los irlandeses de U2.
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En nuestro paseo por las calles de Malasaña nos daremos cuenta que el comercio tradicional da paso a uno nuevo, veremos a un barrio que está en transformación, de estar desahuciado por las agujas y litronas ha renacido de manos de los nuevos modernos que llevan camisas de cuadros, lentes de “postureo” y ellos, barba. En definitiva, Malasaña está en un proceso conocido con el palabro de “gentrificación”.
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Cómo llegar: dos líneas del metropolitano madrileño nos llevan hasta Malasaña. En Tribunal y Bilbao tiene parada la línea uno y la dos, en Noviciado y San Bernardo.
Fotografías y vídeo de J.Cintas:
1- Plaza Dos de Mayo.
2- Calle de Malasaña.
3- El Penta.
4- Madrid Me Mata.
5- Tortilla española de la Ardosa.
6- Comercio tradicional.
7- Comercio nuevo.
8- El Penta.
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