El Camino abandona la capital de la Maragatería y recorre la comarca famosa por su cocido, con destino a El Bierzo, ascendiendo hasta mil quinientos metros de altitud en la Cruz de Ferro, todo en tierras leonesas.

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Dejando atrás Astorga y su cocido maragato nos encontramos con la Ermita del Ecce Homo, un lugar donde podemos sellar nuestra credencial. La ruta jacobea entra en Murias de Rechivaldo, prosigue por El Ganso y pasado su kilómetro veinte de etapa, llega a Rabanal del Camino.

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En Rabanal del Camino descansó Felipe II en su peregrinación a Santiago y será un lugar donde recobrar fuerzas. Sólo nos quedan algo menos de siete kilómetros para llegar a la Cruz de Ferro, pero estamos a mil ciento cincuenta y tres metros de altitud y debemos alcanzar los mil quinientos.

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La pendiente de la calle Real de Rabanal nos prepara para el ascenso hasta Foncebadón, conocido antaño como pueblo de arrieros, monjes y peregrinos y que llegó a tener doscientos quince habitantes censados en el año 1900. Hoy es una pequeña aldea que perdura gracias al Camino en la que encontraremos varios albergues y en la que por las tardes y noches de agosto necesitaremos algo más que una sudadera para entrar en calor, ya que, estamos en el monte Irago, a mil cuatrocientos treinta metros de altitud.

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Después de Focebadón sólo nos restan apenas dos kilómetros para llegar al techo del Camino Francés en España. Llegamos a la cota mil quinientos y nos encontraremos con una pequeña cruz de hierro sobre un mástil de madera, la Cruz de Ferro.

La cruz está rodeada por numerosas piedras tiradas por los peregrinos. La tradición dice que se debe tirar de espaldas a la cruz, así el peregrino está protegido de los peligros del Camino. Debo decir que conocí a dos peregrinas en Focebadón que no sé si tirarían la piedra, pero después de la Cruz de Ferro coincidí con ellas y una se había hecho un esguince en el pie.

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Junto a la cruz de Ferro encontramos una capilla y el reloj analemático del peregrino, un reloj que con nuestra sombra nos indica la hora solar.

Después de la Cruz de Ferro el Camino se va despidiendo de la Maragatería y nuestro paso por un pueblo con tejados de pizarra, El Acebo, es señal de que hemos llegado a El Bierzo.

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Cómo llegar: los trenes de Renfe procedentes de Galicia y Madrid tienen parada en la localidad leonesa de Astorga.

Fotografías de J.Cintas:

1- Cruz de Ferro.

2- Ermita del Ece Homo.

3- Murias de Rechivaldo.

4- Foncebadón.

5- Peregrinos en la Cruz de Ferro.

6- El Acebo.