Desde una pequeña colina en el centro de Edimburgo podremos ver la particularidad de la ciudad escocesa, una parte medieval, simbolizada por un castillo y una parte georgiana, representada por la torre del hotel Balmoral, ambas dividas por los Jardines de los Príncipes.

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Identificaremos la colina de Calton Hill por un monumento inacabado que nos recuerda al Partenón ateniense, llamado National Monument. Desde sus cien metros de altitud veremos la cercana colina de Arthur´s Seat, donde a sus pies se sitúa el Palacio de Holyroodhouse.

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En el Palacio de Holroodhouse termina la Royal Mile, la calle más conocida de la ciudad vieja o medieval (Old Town), uniéndose con Princes Street, la calle más conocida de la ciudad nueva o georgiana (New Town), por North Bridge, un puente que veremos desde Calton Hill.

En el hotel Balmoral, con su torre con reloj, empieza Princes Street, calle comercial y que delimita el New Town con su planificación urbanística del arquitecto James Craig. En las últimas décadas del siglo XVIII y ante el hacinamiento que presentaba la ciudad vieja se convocó un concurso para la expansión de Edimburgo al otro lado del lago Nor. El planteamiento de tres calles principales en paralelo (Princess, George y Queen) y dos plazas a ambos lados (St Andrew y Charlotte) fue el ganador en el año 1766, construyéndose las edificaciones de la nueva ciudad en el período del reinado de cuatro reyes llamados George, de ahí, el estilo georgiano del Reino Unido.

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Nuestra mirada desde Calton Hill verá una mancha verde que separa el Old Town del New Town, son los Princes Gardens, unos jardines construidos sobre el antiguo lago Nor, que era utilizado como cloaca de la vieja ciudad y fue drenado para la construcción de la ciudad nueva. En los jardines están los edificios de la National Gallery y la Royal Scottish Academy, el ferrocarril los atraviesa hasta llegar a la Estación de Waverley y un escritor edimburgués tiene un monumento de más de sesenta metros de altura, el Scott Monument.

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También nuestra mirada verá una mancha azul, es el mar del Norte, un mar que baña Leith, el barrio del puerto de Edimburgo y que se adentra en tierras escocesas por el fiordo de Forth.

Una vez bajado de las alturas, nuestros ojos no puede perderse la vista panorámica, el llamado en inglés skyline, que ofrece el Old Town desde Princes Street. Tampoco la visión desde la terraza del National Museum of Scotland, un museo donde nuestros viajeros menudos pasarán un rato divertido y desde su terraza veremos los tejados del Old Town.

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En el Old Town nos espera la calle más concurrida de Edimburgo, una calle que nos ofrece un paseo de una milla por la capital de Escocia, la Royal Mile.

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Cómo llegar: las compañías Easyet, Jet2.com y Ryanair comunican el aeropuerto alicantino con la ciudad que se asoma al fiordo de Forth, Edimburgo.

Dónde comer: en George Street está The Standing Order, una antigua sucursal bancaria convertida en local de comida calórica sin franquicia, donde podremos degustar un plato escocés, los Haggis. No olivar que se pide en la barra, aunque sirven en la mesa y no debemos abrir la supercaja fuerte con doble combinación.

Debemos saber: el Reino Unido no está en la zona euro, su moneda es la libra esterlina, pero en Escocia convive con la libra escocesa, allí poseen el mismo valor, pero fuera de la tierra de la oveja Dolly no. El cambio de libras escocesas a euros tiene menos valor que el de libras esterlinas.

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Fotografías de J.Cintas:

1- Edimburgo desde Calton Hill.

2- National Monument.

3- Princes Street.

4- El Castillo de Edimburgo desde Princes Gardens.

5- Old Town desde Princes Gardens.

6- Old Town desde la terraza del National Musem of Scotland.

7- Interior de The Standing Order