La villa de Aranjuez debe su origen a la autorización dada por Fernando VI para crear un asentamiento junto al Palacio Real, un palacio utilizado por la monarquía absolutista española durante la primavera, ya que, en otras épocas del año utilizaba otros Reales Sitios.

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En un recorrido por las calles ribereñas descubriremos un trazado cuadriforme y muy racional del espacio urbano, debido a su planificación de 1747. Junto al Ayuntamiento está el Mercado de Abastos, donde encontraremos productos de la huerta regada por los ríos Tajo y Jarama, como sus conocidos espárragos y fresones. Desde el Mercado llegamos a la plaza de San Antonio, con sus soportales, su iglesia y la fuente de la Mariblanca, desde donde veremos los Jardines del Parterre, que dan paso al Palacio Real.

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El Palacio Real que conocemos hoy está construido sobre otro anterior, edificado en tiempos de la Reconquista por la Orden de Santiago y utilizado por los Reyes Católicos. Felipe II fue quien ordenó la construcción del actual palacio, terminándose en tiempos de Carlos III.

Como todo palacio real, tiene dos espacios diferenciados, el del rey y el de la reina, podemos visitar sus dormitorios, con camas incluidas y retrete real y el salón del trono, con sus dos sillones reales. El palacio destaca por su colección de relojes; su salón chinesco, decorado con paneles de porcelana y ornamentación oriental; el gabinete árabe inspirado en la Alhambra de Granada, realizado en 1848 y el Museo de los Trajes, con los trajes de boda de las reinas Sofía y Letizia.

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Los jardines de la Isla rodean al Palacio y están separados por el río Tajo del Jardín del Príncipe. Éste último de gran extensión y utilizado como coto de caza; en él está el Museo de Falúas Reales con las embarcaciones de recreo utilizadas por la realeza en sus paseos por el Tajo. El edificio que alberga el museo es de 1963 y conserva un cuadro que rememora la revista pasada por Isabel II a la escuadra española en la Rada de Alicante, el 27 de mayo de 1858 y un pequeño barco de cuentas de cristal, realizado por Pérez de Orihuela, que el pueblo de Busot regaló a la sucesora de Fernando VII.

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La Casa del Labrador la encontraremos en el Jardín del Príncipe, también es conocida como Casa del Príncipe, su nombre se debe a que se edificó sobre una casa de labranza en tiempos de Carlos IV. Este palacete destaca por su sala de las estatuas, con suelo de mármol, que en algunas partes tiene mosaicos romanos traídos desde Mérida y por su mesa de malaquita, regalo del zar de Rusia a Isabel II.

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En nuestro recorrido por Aranjuez podremos visitar el Palacio Real, la Casa del Labrador y ver las falúas reales, lugares donde durante siglos solo unos pocos podían disfrutar, los reyes y su corte, y estaba vedado a sus súbditos. Hoy pertenecen a Patrimonio Nacional y los ciudadanos podemos visitarlos previo pago de entrada.

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Cómo llegar: cincuenta y ocho kilómetros separan Aranjuez del Aeropuerto de Madrid. La línea de cercanías C3, con parada en la Puerta del Sol madrileña, en cuarenta y cinco minutos nos lleva a la estación del Real Sitio y Villa de Aranjuez.

Fotografías de J. Cintas:

1. Palacio Real.

2. Ayuntamiento de Aranjuez.

3. Jardines de la Isla.

4. La Casa del Labrador.

5. Jardín del Príncipe.

6. Río Tajo.