Ámsterdam es la capital de las Países Bajos, aunque el gobierno y la monarquía de los Orange tienen su sede en La Haya. Con su singular trazado sobre la desembocadura del río Amstel en la bahía del Ij y sus casas con gablete y fachadas pequeñas, la mayoría inclinadas, en el viejo Ámsterdam encontraremos prueba de que también es la capital de la tolerancia en Europa.

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La Estación Central será nuestro punto de partida, en su explanada de entrada encontraremos un gran aparcamiento para bicicletas, varias paradas de tranvías y embarcaciones para recorrer los canales. También veremos una iglesia católica dedicada a un santo muy querido por la gente menuda, San Nicolás, ya que es el encargado de llevar regalos a los neerlandeses, porque en estas tierras los Magos de Oriente no tienen parada y la llegada de Sinterklaas es muy esperada. Según cuentan las crónicas, el santo llega por mar desde España, concretamente desde Alicante, donde su patrón es San Nicolás.

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Desde la Estación Central tomaremos la calle Damrak, llegando a la plaza Dam, no sin antes encontrarnos con algunas equis en nuestro recorrido. Con la instauración de la monarquía en 1813 el edificio del Ayuntamiento se transformó en Palacio Real y preside la plaza más popular de Ámsterdam, en ella encontramos el Monumento Nacional, erigido en memoria del sufrimiento del pueblo neerlandés con la ocupación nazi durante la II Guerra Mundial, una época de hambruna, deportaciones, muerte y escondidos, como les ocurrió a los ocho ocupantes de la Casa de Atrás.

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El número 263 de Prinsengracht es la dirección más buscada de Ámsterdam, en ella Pim tenía su trabajo como gerente de Gies & Cía. El hecho de ser judío y ponerse de manifiesto la suerte que corrían todos los que tenían que llevar la Estrella de David, le llevó a él y al señor Van Daan a esconderse con sus familias en unas habitaciones de la parte trasera del almacén. Estuvieron escondidos, junto con el dentista Dussel, desde el verano de 1942 hasta su detención por los nazis el 4 de agosto de 1944. La historia de la Casa de Atrás fue conocida con la publicación del diario de la hija pequeña de los Frank. En la visita a la Casa de Ana Frank, previo pago de entrada, veremos las habitaciones donde estuvieron escondidos, incluida la escalera holandesa, y nos acercaremos a los pensamientos de una adolescente que opinaba que la guerra no sólo es cosa de grandes hombres, gobernantes y capitalistas, sino que al hombre pequeño también le gusta.

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Si al oeste de la plaza Dam está la Casa de Ana Frank, en el este está un lugar muy visitado de Ámsterdam, el Barrio Rojo. La calle Warmoesstraat lo delimita y por ella llegaremos a la Iglesia Vieja, un iglesia dedicada al culto protestante, así nos lo indicada el gallo de su torre. En los escaparates del Barrio Rojo veremos mujeres ligeras de ropa a cualquier hora, señal de que la prostitución está legalizada.

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Una vez visitada la Casa de Ana Frank y el Barrio Rojo, quedaría otro lugar muy buscado para fotografiarlo. Desde la plaza Dam deberemos tomar dirección al Rijksmuseum, pasando antes por la plaza Spui, donde encontraremos un grupo de casas antiguas dispuestas alrededor de un jardín, habitadas desde siempre sólo por mujeres, el lugar es conocido como Begijnnof Beguinaje y la entrada es gratis, esta última palabra la veremos por Holanda, ya que, en neerlandés, gratis, se escribe igual que en español, aunque difiere su pronunciación.

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En nuestra dirección al Rijksmuseum tomaremos desde Spui la calle Handboogsrtraat, en ella encontraremos uno de los numerosos locales donde se permite el consumo de cannabis, el cinematográfico coffeeshop Dampkring,llegando al canal Singel, con su mercado de flores y plantas.

Vijzelstraat nos conducirá hasta el Rijksmuseum, un edificio que se asemeja a la Estación Central y que alberga la gran pinacoteca de los Países Bajos, en su jardín trasero nos aguarda un lugar muy buscado para hacer la foto del viaje, el monumento con las palabras I AMSTERDAM.

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En nuestro recorrido hasta el Rijkmuseum habremos visto banderas, letreros y publicidad urbana con las tres equis. El origen de las tres equis es incierto, algunos dicen que es como se identificaba a las mercancías con destino a Ámsterdam, otros, que representan los tres males que siempre habían amenazado la ciudad: los incendios, las inundaciones y la peste negra. Lo cierto es que la bandera con las tres equis es la bandera de la capital de la tolerancia en Europa.

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Cómo llegar: Vueling y Tansavia vuelan desde Alicante al aeropuerto de Shiphol, que está a quince minutos en tren de la Estación Central de Ámsterdam.

Dónde comer: si no nos decidimos por los arenques que venden en quioscos por el centro, ni tampoco por las croquetas de las máquinas de Febo, en la calle que delimita el Barrio Rojo, Warmoesstraat, encontraremos tortilla de patatas en el restaurante La Paella.

Fotografías de J.Cintas:

1- Herengracht, Canal de los Señores.

2- Plaza Dam.

3- Prinsengracht, Canal del Príncipe.

4- Prinsengracht, 263 Casa de Anna Frank.

5- Casas inclinadas en Nieuw Markt.

6- Begijnnof Beguinaje

7- Rijkmuseum

8- Puente sobre el río Amstel (Magere Brug)