E

l corte de las dos principales carreteras de acceso a los municipios del interior de la Marina Baixa, la que conduce a Sella que desde ayer quedó totalmente cortada a la circulación y la que lleva desde Polop de la Marina al Valle de Guadalest, cerrada desde el pasado 15 de enero, ha hecho resentir las economías de muchos comerciantes e industriales de estos pueblos que tienen su principal fuente de ingresos en los turistas y visitantes que suelen acudir a ellos a pasar el día. Pero además de las economías, ha trastocado sobre todo la vida cotidiana de sus habitantes, que se ven obligados a dar grandes rodeos por las vías alternativas habilitadas, y emplear entre una y dos horas más de su tiempo en hacer las mismas cosas que venían haciendo hasta ahora. El corte de ambas carreteras se prevé breve pero el sólo hecho de sentirse más lejos del litoral, donde se encuentran localizados los principales servicios educativos y sanitarios, pesa sobre sus habitantes.

En el caso del Valle de Guadalest, desde el pasado día 15 de enero se encuentra cortada al tráfico por las obras de emergencia que se han acometido en el punto kilométrico 31,400 de la CV-70 desde Polop de la Marina a Guadalest, al haberse desplazado el firme como consecuencia de las escorrentías por las lluvias de octubre. El vial ha quedado cortado y se prevé que en el plazo de quince días pueda volverse a abrir a la circulación, según informaron ayer fuentes de la empresa Construcciones Hormigones Martínez, adjudicataria de las obras.

Como vial alternativo se ha determinado la CV-755 desde Callosa a Guadalest, lo que supone unos 15 kilómetros más de trayecto y media hora de tiempo más que se debe invertir para hacer el recorrido. En este caso los más de 20 alumnos de los municipios de Confrides, Abdet, Benifato, Beniardá, Benimantell y Guadalest que acuden diariamente a los institutos de La Nucía y Callosa, principalmente, se ven afectados por el cambio de itinerario del autocar, al igual que ocurre con los turistas que, desde Benidorm las agencias de viaje desplazan diariamente de excursión a Guadalest.

"Los turistas en autocar vienen igual", señala Isabel, de la oficina Tourist Info de Guadalest. Señala que por la época, el turismo baja considerablemente y a su criterio, "apenas se nota que la carretera principal está cortada, porque el que tiene interés, viene igual".

Sin embargo, los comerciantes e industriales de bares y restaurantes no coinciden, y afirman que sus cajas se han visto reducidas por el efecto de las obras. "Nosotros lo notamos bastante, cuando se van los autocares el pueblo se queda vacío", afirma el encargado del bar Guadalest, quien sin embargo reconoce que los fines de semana el municipio se llena de visitantes. Yessica, empleada en un comercio de la plaza, señala que "el recorrido es más largo y más peligroso, y eso corta a mucha gente y se nota que han bajado los visitantes".

El Instituto de La Nucía advirtió mediante una carta a los padres sobre el corte de la carretera, ya que el autobús escolar pasa media hora antes de lo habitual, y regresa media hora después.

Contratan taxis para trasladar a los alumnos

Desde las ocho de la mañana de ayer en que quedó totalmente cerrado al tráfico el tramo de la CV-770 entre el cruce de la carretera de Relleu y el casco urbano de Sella, los habitantes de este municipio se ven obligados a dar un rodeo de más de 25 kilómetros para entrar o salir del pueblo en dirección a Villajoyosa. La medida se prolongará durante toda esta semana y no está previsto que se abra la circulación hasta el próximo lunes. Los 17 estudiantes de enseñanza secundaria que hay en el municipio, son los más perjudicados, dado que diariamente y al menos durante cuatro días de esta semana (el viernes no tendrán clase en los institutos vileros); deberán hacer este recorrido dos veces en itinerario de ida y de vuelta.

El Ayuntamiento de Sella tiene contratado el servicio a la Asociación ServiTaxi, que es quien se encarga de organizar el envío de los vehículos, una media de seis diarios, y de recoger a los estudiantes.

Para ellos la primera jornada "no ha sido muy pesada", señalaron, pese a que han tenido que adelantar veinte minutos la salida desde Sella, a las 6,50, para poder llegar antes de las ocho a La Vila. El regreso prácticamente es la misma hora que cuando acuden en el autobús, entre las tres y media y las cuatro de la tarde.

Los vecinos tienen asumido el corte. "Es un mal necesario que tenemos que pasar si luego queremos una carretera en condiciones", afirma José Antonio "El Ferrer", quien asegura que "aquí el 95% estamos a favor de las obras", mientras que Tomás García, que reside en Benidorm y es natural de Sella, afirma que sigue subiendo a su pueblo, y que si "no se corta la carretera, como se van a hacer las obras".