Un nuevo varapalo para el IES Pere María de Benidorm. La Conselleria de Educación demolerá el nuevo edificio inacabado para construir uno nuevo, lo que supone más tiempo de espera para que el centro cuente con un nuevo aulario y acabar con los barracones en los que estudian los alumnos desde hace más de una década.
Así lo confirmó Educación a este diario. Una decisión que el director general de Infraestructuras Educativas, Víctor García, ya ha trasladado al equipo directivo y al Ampa del instituto en sendas reuniones mantenidas, la última de ellas ya presencialmente en el mes de mayo. Con todo, las mismas fuentes explicaron que el primer encuentro estaba previsto para el 13 de marzo pero que el coronavirus y comenzó el estado de alarma. A ello se une que durante dos meses los procesos administrativos estuvieron parados, de ahí que se haya retrasado todo.
La razón de que finalmente el Consell decida derribar el actual edificio se debe a las «graves deficiencias» encontradas en ese aulario que está construido al 85% pero inacabado. Cabe recordar que ese inmueble se comenzó a construir en 2009 con el PP. Dos años después, la adjudicataria de aquel momento, Construcciones Villegas, quebró y obligó a paralizar las obras cuando apenas quedaba por ejecutar un 15% del proyecto. Empezaban así 7 años de reivindicaciones de los escolares y la comunidad educativa para que se retomaran los trabajos y acabar así con los barracones que tiene el centro.
Fue en 2017 cuando Educación sacaba a licitación la finalización de este proyecto al que le faltaba rematar el edificio principal, reparar lo que se hubiera estropeado además de actuar sobre el patio donde están los barracones. La adjudicataria tenía que ejecutar las obras en seis meses con un presupuesto de 1.342.229,44 euros. A mitad de febrero de 2018 comenzaron a trabajar los operarios, pero en abril desaparecieron y la obra volvía a paralizarse. Ese contrato se resolvió a finales de 2019. Ahora, dos años después de esa última paralización, el Consell parece tener respuesta a las peticiones del centro. Derribará ese aulario inacabado porque, además de las deficiencias, «los informes técnicos avalan que el coste de la construcción de un aulario nuevo es inferior en tiempo y dinero a reparar la estructura del viejo edificio», destacó García.
Con todo, el Consell ha empezado todo el proceso desde cero al tener que derribar dicho aulario. Entre otras cuestiones porque resolver esos daños estructurales además de los desperfectos causados por vandalismo después de 8 años de abandono, se traducen en un «modificado mínimo de más de medio millón de euros, cerca de un 40 % sobre el presupuesto de adjudicación» que había en un principio. Así, la ley obliga a rescindir los contratos de obras públicas y licitarlas de nuevo si los modificados necesarios para acabarlas supera el 20 % del precio de la adjudicación. En el caso del IES Pere Maria Orts, el «sobrecoste duplica ese tope legal, puesto que en el medio millón de euros extra necesarios para culminar la obra no está valorado el coste de demoler y volver a reponer la parte del edificio que se tiene que retirar para reconstruir el forjado sanitario». De ahí que se haya comenzado de cero.
Más aulas en el nuevo
La intención, según las mismas fuentes, es levantar en el mismo lugar que ocupa el aulario a demoler, otro nuevo adaptado a las necesidades educativas del centro y a la normativa constructiva actual. Pero además, se prevé que el centro gane una línea de más de ESO (pasará de las 16 unidades actuales a 20), otra de Bachillerato (pasará de 6 unidades a 8) y gane tres aulas más de FP (ahora tiene 13 y contará con 16). Es decir, cuando este acabado el instituto quedará configurado como un centro de 20 unidades de ESO, más los espacios correspondientes a 8 grupos de Bachillerato y 16 de FP, con un total de 1.360 plazas escolares.
La previsión de la Conselleria de Sanidad es que las obras culminen «en la primavera de 2023». El calendario marcado fija para finales de año la adjudicación de la redacción del proyecto que se tendrá que llevar a cabo en un plazo de seis meses y la intención es licitar las obras en verano 2021, según las mismas fuentes. Las obras podrían así comenzar en el primer trimestre de 2022 puesto que su plazo de ejecución será de 15 meses.
