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La Vila Joiosa vive sus días grandes entre la nostalgia y la pandemia

Todos los actos relacionados con las fiestas de Moros y Cristianos fueron suspendidos. Tampoco están permitidas las reuniones particulares

La plaza de la Iglesia de la Vila Joiosa, abarrotada durante los Moros y Cristianos de 2019. DAVID REVENGA

Esta nueva normalidad está dejando un sinfín de anomalías. Una de ellas es, sin lugar a ninguna duda, ver las calles de la Vila Joiosa vacías y ver a los vileros desarrollando sus actividades cotidianas, cuando tendrían que estar inmersos en todo el ambiente de sus fiestas de Moros y Crisitianos en honor a Santa Marta.

El pasado viernes 24 de julio deberían haber comenzado los festejos en honor a la patrona vilera. No obstante, «el ambiente festero se nota en el aire desde antes», señala Julio Moreno, presidente de la Asociación Santa Marta, entidad organizadora de estas fiestas. Moreno hace hincapié en que «desde el primer sábado de julio ya se habría hecho la presentación de los cargos festeros» y, el sábado previo al arranque oficial de la semana grande, se habrían llevado a cabo la fiesta del Rey Moro y la del Rey Cristiano. El presidente también explica que desde mucho tiempo atrás ya se tendrían los vestuarios listos y los cuarteles también se habrían decorado con antelación. En definitiva, apunta, «los festeros vivimos y esperamos estos días con ilusión y devoción, pero hay mucho trabajo y preparación desde los meses y semanas previas».

Desde el pasado mes de abril se anunció la anulación de los actos de las fiestas mayores patronales de esta localidad. No obstante, los festeros habían preparado algunos actos, no multitudinarios y contemplando las medidas de seguridad sanitaria, para que estos días no pasaran completamente desapercibidos.

Conciertos, misa y hasta un escueto pasacalles para poder estar cerca de la figura de Santa Marta, era la programación que se había preparado. Una previsión que al final no podrá desarrollarse o que, por lo menos, no se llevará a cabo de forma presencial.

El pasado domingo 19 de julio se interpretó el concierto de música festera por parte del Ateneu Musical. Este recital contó con un aforo limitado inferior al 25%. La Asociación Santa Marta también tenía prevista la celebración de otro concierto más, así como de la misa en honor a la patrona, y se iba a sacar la imagen de la santa a las puertas de la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción. Sin embargo, la aparición de cientos de nuevos casos a lo largo de todo el territorio español ha llevado a los organizadores a tomar la decisión de no realizar actividades públicas y las pocas que se realicen, retransmitirlas a través de redes sociales para evitar la congregación de personas.

Julio Moreno hace especial énfasis en que «los vileros somos muy devotos y somos amantes de nuestras tradiciones», pero también subraya que son conscientes de que es muy importante seguir las recomendaciones de las autoridades sanitarias, por lo que ha emitido un comunicado en el que la asociación que preside «se desvincula de cualquier acto privado organizado con motivo de las fiestas patronales. Ni los reconoce, ni los aprueba».

Decreto

Con motivo de las fiestas patronales de la Vila Joiosa, y en previsión de posibles reuniones de grupos de personas para conmemorar las fechas festivas de la localidad, el Ayuntamiento emitió un decreto de Alcaldía en el que hace un recordatorio a la población de que no está permitida la celebración de actos, reuniones, comidas, cenas y demás celebraciones por parte de las compañías, peñas y grupos festeros, ya que esas actividades incumplen la normativa de seguridad sanitaria, en lugares públicos o privados.

Tanto desde el gobierno local como desde la propia Asociación Santa Marta confían en que «los festeros vileros serán responsables y cumplirán con las normas», explica Julio Moreno. A su vez, reconoce que «hay ganas de fiesta, hay pena porque no podemos celebrar nuestros Moros y Cristianos, pero también somos conscientes de que la salud es lo primero».

Moreno asegura que tienen la mirada puesta en los festejos del 2021 y adelanta que si llegados a ese punto ya se ha superado la pandemia y la vida ha vuelto a la normalidad, «tiraremos la casa por la ventana y viviremos las fiestas como nunca». Así, considera que «el coronavirus nos está enseñando a valorar cosas que dábamos por hechas y que creíamos que siempre estarían ahí».

La economía es el bando perdedor de estas fiestas

La economía es el bando perdedor de estas fiestasLa restauración y el comercio vilero también padecen la cancelación de las fiestas en honor a Santa Marta a causa de la pandemia del covid-19. Desde las semanas previas a la celebración de los Moros y Cristianos de este municipio, los bares y restaurantes ya tienen todo reservado.

Las cenas tras la misa para la patrona o el chocolate con churros después del desembarco son momentos que, en circunstancias normales, hacen que la hostelería local haga el agosto a finales de julio.

También el comercio de la Vila se ve beneficiado de estas fiestas. Todas las compañías compran bebida, comida y otros productos para surtir su cuartel y poder disfrutar todos los días que duran sus fiestas mayores patronales, sin que falte de nada.

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