Benidorm cuenta en sus calles con decenas de rascacielos que durante años se han alzado sobre el sky line de la ciudad. Pero la construcción de este tipo de edificios no ha parado en la capital turística y en la actualidad se están levantando más de una torre que superará la veintena de alturas. Entre ellas, un inmueble de 36 pisos en la zona de La Cala en el que se ha comenzado a trabajar en la cimentación, una de las partes más importantes y principales del proceso de construcción ya que es donde se tiene que posar y mantener todo el peso de un edificio de estas características.

Pero, ¿cómo se cimienta un rascacielos y cuánto hormigón es necesario? Pues en la torre que promueve Alibuilding y construye Ecisa y que alcanza los 36 pisos serán necesarios 2.500 metros cúbicos de hormigón para poder rellenar una losa de cimentación de 1.4000 metros cuadrados.

Los trabajos para rellenar de este material esa base ya han comenzado tras los trabajos para colocar todo el forjado. En total, esa enorme losa tiene una altura de 1,80 metros y una superficie de aproximadamente de 1.400 metros cuadrados que hay que rellenar con el hormigón. Ayer empezaron a llegar algunos de los 300 camiones que se utilizarán para este proceso, según informaron fuentes de la constructora.

La losa que se está construyendo y con la que cuentan todos los edificios es una cimentación en superficie con la que crear una plataforma encargada de la distribución del conjunto de cargas que genera un edificio sobre el terreno, de manera que los esfuerzos de la estructura completa se repartan de manera uniforme. La losa está formada por una armadura principal superior que soporta y contrarresta la presión sobre el terreno, además de otra armadura inferior bajo las paredes portantes y pilares para reforzar la estructura.

Esta parte de la construcción es una de las más complicadas ya que, depende de la altura o envergadura del edificio, la cimentación tiene que ocupar más o menor superficie. Además, tiene que cumplir unas características para garantizar cualquier riesgo sísmico que pudiera producirse pero también para sortear el terreno sobre el que se coloca.

"Es lo que sostiene todo el peso del edificio", alegaron las mismas fuentes. De ahí que sea una de las partes más importantes.