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Encuentros Empresariales acaba su labor social tras confeccionar más de 80.000 unidades de protección contra la covid-19

La asociación con sede en Altea han colaborado 212 voluntarios fabricando protectores faciales, mascarillas y batas que han donado a los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado y hospitales de ocho comunidades autónomas

Encuentros Empresariales acaba su labor social tras confeccionar más de 80.000 unidades de protección contra la covid-19

La asociación sin ánimo de lucro Encuentros Empresariales, que se formó en 2008 con sede en Altea y que en la actualidad está compuesta por más de cien pequeños empresarios de las provincias de Alicante y Murcia, ha terminado su labor social que comenzó al inicio de la declaración del Estado de Alarma fabricando por sus propios medios pantallas protectoras con cuatro impresoras 3D para entregárselas a los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado y los hospitales de la Marina Baixa, y que ha acabado nueve semanas después tras haber repartido gratuitamente más de 80.000 unidades de protección sanitaria contra la covid-19 en ocho comunidades autónomas en forma de protectores faciales, mascarillas y batas, que han sido parte del soporte vital que los sanitarios y agentes de la autoridad han recibido. El último envío realizado el pasado día 11 consistió en 600 protectores faciales con destino a la jefatura Superior de Policía de Aragón.

El colectivo de empresarios no quiso estar parado en casa durante la crisis del COVD-19 y decidió al principio de la declaración del Estado de Alarma el pasado 15 de marzo colaborar confeccionando material de protección para centros sanitarios y fuerzas de seguridad y orden público de la Marina Baixa. Entre los asociados había uno que tenía una impresora 3D, y así empezaron poco a poco a través de contactos y las redes sociales hasta llegar a conseguir un grupo de 25 impresoras 3D en la comarca de gente que quería colaborar. Después de comprobar la eficacia de los materiales fabricados y ver las necesidades que tenían en los hospitales y cuarteles de Guardia Civil, Policía Nacional y Policía Local de varios municipios de la provincia de Alicante, además de peticiones que les llegaban desde otros puntos de España, los miembros de Encuentros Empresariales se autoimpusieron una cuota para comprar material y fabricar más máscaras faciales. La producción aumentó, y los voluntarios también procedentes de L'Alfàs, Benidorm, Calpe, Elda, Almoradí, Yecla y Murcia.

Pieza en forma de V para respiradores de afectados por la covid-19

A primeros de abril, uno de los logros de Encuentros Empresariales fue fabricar una pieza en forma de V para que dos pacientes pudieran utilizar simultáneamente un respirador, tras probarse con éxito en el hospital IMED Levante de Benidorm.

Por otro lado, al final de la primera quincena del confinamiento el colectivo llevaba hechas unas 2.000 pantallas protectoras con PVC y acetato que dieron muy buen resultado y se entregaron a diversos centros hospitalarios, cuarteles, farmacias, centros de mayores, etc., además de unas 5.000 mascarillas en colaboración del Grupo Lodi de Elda que donó otras 10.000 unidades, y batas hechas con bolsas de basura de jardinería que son más duras y que empezaron a usarse en los centros de salud y los hospitales Comarcal de La Vila Joiosa e IMED Levante.

Mas allá de los límites de la provincia de Alicante

El altruismo y la eficacia de los que confeccionaban los voluntarios de Encuentros Empresariales traspasó los límites de la provincia de Alicante y empezaron a llegar peticiones de otros hospitales de España. Antonio Alcaraz, portavoz de esta asociación empresarial sin ánimo de lucro, señaló esta semana que "fue tal la aceptación y demanda de material que sobrepasó nuestras limitaciones. Pero lejos de amedrentarnos, multiplicamos nuestros esfuerzos y buscamos aportaciones económicas de nuevo, esta vez a través de empresas y otras asociaciones que se ofrecieron a colaborar". Alcaraz explicó que "cambiamos el sistema de fabricación de las pantallas y llegamos a producir 1.000 unidades diarias, mientras que otras empresas fabricaban mascarillas de tela, al igual que muchas mujeres anónimas que las hacían en sus casas". Al final, había 130 personas "trabajando una media de 14 horas diarias en nueve centros de trabajo ubicados en Altea (2), L'Alfàs (2), Calpe (1), Almoradí (1), Yecla (1), Murcia (1) y Elda (1), además de casas particulares de la Marina Baixa" que llegaron a producir 15.000 piezas a la semana entre pantallas protectoras, mascarillas y batas desechables que se enviaron a los hospitales, residencias de mayores y unidades de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado de las comunidades autónomas de Valencia, Madrid, Cataluña, Andalucía, Murcia, Baleares, Castilla-La Mancha y Aragón.

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