El alcalde de Benidorm, Toni Pérez, ha lamentado hoy "la falta transparencia" y ha reclamado "información" a la Conselleria de Sanidad después de la decisión anunciada el martes por la titular de este departamento, Ana Barceló, de no solicitar el pase a la fase 2 de la desescalada por el coronavirus para ningún municipio, territorio, provincia o área de salud de la Comunidad. Benidorm, como el resto de municipios de la Marina Baixa, fue de las primeras en pasar a la fase 1 el pasado 11 de mayo. Por tanto, podría haber subido de nivel el próximo lunes, día 25, al haber transcurrido ya más de 15 días desde el cambio de fase. Sin embargo, tendrá que esperar, al menos, una semana más.
Toni Pérez ha indicado que "queremos pensar que hay unos datos e indicadores que sustentan y respaldan esta decisión", pero "quien tiene la información es la Generalitat Valenciana y el Ministerio de Sanidad, no los municipios".
"Al menos en el caso de Benidorm -ha afirmado Pérez- carecemos de esa información porque el Consell no la comparte, pero nos gustaría conocerla para saber cuál es la situación sanitaria de nuestra ciudad, al ser una cuestión que afecta a nuestros vecinos y vecinas, y que sin duda contribuiría a poder gestionar mejor y adoptar medidas en caso de que haya algún aspecto que corregir" para frenar el avance del covid-19.
A falta de conocer la información e indicadores sanitarios relativos a Benidorm, el alcalde ha asegurado que desde la ciudad "vamos a seguir observando e impulsando el cumplimiento de las normas" y "trabajando, como hemos hecho desde el minuto uno y todos los días, para preparar el pase a la siguiente fase con todas las garantías de seguridad, tanto en el ámbito público como en el privado".
Igualmente, tras lamentar que "decidir el cambio de fase no nos corresponde a nosotros", ha incidido en que la acción municipal se está centrando en propiciar el escenario óptimo "para que si se abre la oportunidad de pasar de fase podamos entrar en ella con todas las garantías".
En este sentido, ha recordado que el Ayuntamiento ha trabajado "codo con codo", por ejemplo, con los sectores de la hostelería y del comercio para abordar el pase a la fase 1 minimizando todos los riesgos, procediendo a la desinfección de los espacios que se iban a reabrir al público o modulando al distribución de las terrazas para que las mismas cumplieran los requisitos de seguridad y ofrecieran la mayor rentabilidad posible a pesar de la limitación de aforos.
Lamento entre los hosteleros
Mientras que desde el Consistorio reclaman información para conocer de primera mano qué criterios se han tenido en cuenta para no solicitar un avance en la desescalada, muchos hosteleros de la ciudad han lamentado hoy la decisión de la Generalitat. Sobre todo, los que optaron por esperar a la fase 2 para reactivar sus negocios por no tener terraza o ser de pequeñas dimensiones y que ahora tendrán que esperar otra semana más para poder poner en marcha sus establecimientos.
Cabe recordar que en la ciudad turística tan sólo el 10 por ciento de bares y cafeterías abrió sus puertas en la fase 1. Aunque en los últimos días se han ido sumando algunos negocios que inicialmente optaron por esperar, la cifra sigue siendo mínima y muy testimonial, como también ocurre con el público que se ve en las mesas y sillas de las terrazas.
