El mercadillo de la Vila Joiosa ha reabierto sus puertas este jueves después de mantenerse cerrado por el coronavirus. El Ayuntamiento de La Vila Joiosa descartó abrir este mercado municipal la semana pasada hasta que no analizara la mejor forma de hacerlo y ha sido hoy cuando ha vuelto a ponerse en marcha con amplias medidas de seguridad y sanitarias.
De los más de 200 puestos que suele tener el mercadillo vilero se han abierto solo los de alimentación, unos 35. Entre las medidas de seguridad a adoptar por los usuarios y los vendedores han estado la de mantener una distancia mínima de 2 metros. Además se han instalado cerca de 200 vallas para separar los mostradores de los puestos, con un mínimo de 2 metros, de los clientes, que no podían tocar el género, teniendo que realizar la compra a distancia. Las vallas se han colocado también en salidas y accesos diferenciados para cada parada.
Además, la Concejalía de Comercio ha facilitado mascarillas e hidrogel para el lavado de manos a los clientes, así como máscaras protectoras para el rostro de los comerciantes. El recinto solo ha contado con dos de las cinco entradas habituales en las que había vigilancia policial, estando el aforo limitado a un centenar de personas controlado por la Policía Local.
El alcalde de la Vila Joiosa, Andreu Verdú, acompañado del concejal de Comercio, Josep Castiñeira y el edil de Servicios Técnicos, Kiko Carreres, han visitado esta mañana el mercadillo para comprobar de primera mano que se cumplían las medidas acordadas.
Mercadillo de La Cala
Con todo, el mercadillo que se instala los martes y los sábados en La Cala de La Vila está previsto que vuelva a la actividad este 9 de mayo también con restricciones en cuanto a la cantidad de compradores que podrán acceder y el número de puestos que también serán sólo de comida. Cabe recordar que el mercadillo de La Cala es privado.
Este jueves se realizaban las mediciones para colocar cada puesto que ocuparán sólo una parte del mismo en la calle Tramuntana. También se repartirá gel y mascarillas para los usuarios.
Sin embargo, según las fuentes consultadas por este diario, los vecinos de la zona habrían mostrado su malestar por la reapertura de este mercadillo aún en pleno estado de alarma por el coronavirus. "Está muy cerca de la residencia de ancianos, de una zona donde salen los niños y de los edificios; va a haber mucho ajetreo de gente y podrían haberse esperado un poco a abrirlo o trasladarlo al aparcamiento de primera línea", afirmó a este diario una de las vecinas.
Así apoyaron que el mercado vuelva "pero en otra ubicación" y con las máximas garantías. "Entendemos que los vendedores tengan que volver a trabajar, pero es una zona con mucho paso y cerca de las casas", añadieron los residentes.
