Muchos vecinos de Altea se han embarcado en una cadena solidaria desde que se decretó el Estado de Emergencia con el confinamiento de las personas en sus domicilios a causa del coronavirius COVID-19. Para paliar en lo posible las carencias de elementos de protección que padece el personal sanitario, un grupo de empresarios y particulares del municipio comenzaron a principios de esta semana a fabricar mascarillas, pantallas y batas para el personal sanitario de las farmacias, del Centro de Salud de Altea, y de los hospitales Comarcal de La Vila Joiosa e IMED Levante de Benidorm. También otra empresa local de confección de trajes y vestidos está haciendo mascarillas para los comerciantes del pueblo que atienden en los establecimientos con permiso de apertura especial. Y los vecinos del municipio están aportando material higiénico y alimentos a la Cruz Roja de Altea.

El grupo Encuentros Empresariales, una asociación de empresarios sin ánimo de lucro con sede en Altea y compuesta por casi un centenar de socios de la comarca de la Marina Baixa, comenzó a movilizarse este pasado lunes, con la coordinación de Antonio Alcaraz, Toni Bru, Juan Ronda y Daniel Junquera, para fabricar pantallas protectoras, batas de plástico, accesorios para respiradores y material de protección para hospitales y establecimientos sanitarios. El material necesario se recogió con donaciones de los empresarios en menos de un día, y el personal de la empresa de Daniel, El Mon Fester que confecciona trajes de moros y cristianos y dispone de 4 impresoras 3D para realizar las piezas y abalorios festeros, y de su asociado Effectiviwonder, se pusieron manos a la obra para realizar dichos elementos sanitarios con la colaboración de las costureras de El Racó de l'Agulla.

Por otro lado, la empresa La Buena Juanita aprovechaba las telas de algodón que utiliza para confeccionar los trajes y vestidos, y comenzó a fabricar este jueves más de 200 mascarillas con un bolsillo interior donde colocar un filtro, lavables a 60 grados de temperatura y reutilizables que, aunque no sirven para el personal sanitario, si que las pueden usar los comerciantes que tienen abiertos sus establecimientos.

Y en otro orden de cosas, ante el llamamiento de la Cruz Roja de Altea solicitando material higiénico para el hogar y las personas, y alimentos de primera necesidad para las personas más vulnerables, los vecinos están aportado todo lo que pueden y algo más.

Movimiento de impresoras 3D

Desde El Mon Fester señalaron este sábado que "veíamos las noticias donde informaban de la escasez de material sanitario, y nosotros pensamos que podíamos aportar un granito de arena con nuestras cuatro impresoras 3D. La asociación Encuentros Empresariales nos pidió que colaborásemos y creamos un prototipo de máscara protectora que probaron en el Centro de Salud de Altea con éxito. A partir de ahí empezamos a trabajar con el material conseguido por los empresarios y colgamos imágenes en Facebook que rápidamente se extendieron y nos llamaron desde Gandía y otros pueblos de la Marina Baixa y la Marina Alta para pedirnos material sanitario. Esto ha llevado a que haya un equipo de 25 personas que con sus impresoras 3D están fabricando en sus casas una media de 150 máscaras protectoras al día que ya empiezan a distribuirse por las farmacias, centros de salud y hospitales con la colaboración altruista de los transportistas".

Pero no solo están fabricando máscaras protectoras. Daniel Junquera diseñó un aplique que le pidieron desde el hospital IMED Levante para tener dos salidas desde un respirador, lo fabricó en casa y tras llevárselo los sanitarios a este hospital, "confirmaron el viernes que son válidos y es posible conectar a dos personas desde el mismo respirador".

Además, la familia Junquera está confeccionando batas de protección con bolsas de basura de jardinería, cuyo plástico es más duro, "desde el momento en que una técnico sanitario del ambulatorio de Altea, vino el miércoles a recoger las máscaras que estábamos haciendo vestida con una bata hecha bolsas de basura normales como último recurso", señaló Magda Junquera. A partir de ahí, "mi madre se puso a probar, a hacer patrones, y al ver que no se podían coser, probamos en pegar las mangas con celofán ancho. Entregamos 50 batas al Centro de Salud y nos dijeron que eran válidas". Luego comenzaron a pedir batas desde otros centros de salud y desde el Hospital Comarcal de La Vila Joiosa, "aunque aquí nos sugirieron que estuvieran abiertas por detrás para quitárselas mejor. Y así llevamos haciendo unas 60 con la ayuda de las costureras de El Racó de l'Agulla, gracias también a la aportación de bolsas por parte del Ayuntamiento de Altea y de Encuentros Empresariales", indicó Magda Junquera.

Mascarillas para los comerciantes

Por otro lado la empresa alteana de diseño y confección de ropa para mujer y niños La Buena Juanita está realizando mascarillas artesanales "ante la necesidad de este material tan básico en plena crisis de contagio", señaló su propietaria Geno Cardona. Las mascarillas están hechas "de telas de algodón y materiales que utilizamos habitualmente para la confección de nuestras prendas. Cuentan con varias capas de tela y hemos pensado en confeccionarlas con un bolsillo en el que se puede incluir un paño de celulosa o material similar para que puedan ser más efectivas en el caso de quien necesite exponerse durante largos periodos de tiempo al contacto directo con otras personas, como las personas que siguen trabajando ahora mismo de cara al público, que deberían estar protegidas y a las que les cuesta encontrar este tipo de protectores, como los pequeños comercios y los supermercados que están atendiendo al público sin protección", afirmó Cardona. Estas mascarillas se pueden reutilizar "ya que se pueden esterilizar lavándolas a 65 grados de temperatura. Igual que se hacia antiguamente, que se utilizaban mascarillas de tela y posteriormente se desinfectaban o se hervían", explicó la responsable de La Buena Juanita.

Material higiénico y alimentos para los más vulnerables

Pero no solo colaboran altruistamente algunos vecinos de Altea para elaborar material sanitario. Las personas mas vulnerables también reciben la atención y los cuidados de los voluntarios de la Cruz Roja de Altea que están trabajando incansablemente desde que se decretó el Estado de Emergencia. La población participa en las medidas de sus posibilidades con las ONG's Corazón Exprés, Cáritas y Cruz Roja aportando productos higiénicos y alimentos de primera necesidad. Esta semana, Cruz Roja hacia un llamamiento para conseguir productos de higiene personal como gel y champú, toallitas higiénicas, jabón de manos líquido, papel higiénico o pañuelos; de higiene para el hogar como trapos de limpieza, lavavajillas, lejía, amoniaco, limpiacristales o papel de cocina. Además de alimentos como pasta, galletas, arroz, conservas y productos no perecederos. Y los ciudadanos respondieron llevando los productos a la sede de Cruz Roja o teniéndolos en sus domicilios para que los voluntarios fuesen a recogerlos.