La dirección de la Cooperativa Agrícola de Altea ha desmentido, a través de un comunicado de su presidente, Francisco Devesa, que en la entidad “no se han dado de baja más del 65 por ciento de nuestros socios como se indica en el titular de la noticia de INFORMACIÓN del pasado sábado, título que desde la dirección de la Cooperativa pensamos que puede crear un estado de odio irracional sobre el actual momento que atraviesa nuestra institución, además de que va en contra del trabajo que la dirección y los socios de la Cooperativa han iniciado para conseguir su continuidad, decisión ésta aprobada por toda la mayoría en la asamblea del pasado 24 de febrero”.

En el escrito se puntualiza que de los 397 socios que había en diciembre de 2019, “a fecha de hoy solo han presentado su baja 14 socios. Y de éstos, la mayoría no disponen en sus campos de frutos para aportar”. Por lo cual, “cuando se informa de que quedaban 136 cooperativistas de los 397 se traslada un dato totalmente erróneo que crea alarma sobre la cantidad de socios que abandonan la Cooperativa, y que va en contra de lo decidido por unanimidad de intentar buscar una viabilidad para salvarla, ya que en el fondo es la forma de ayudar a la situación precaria que se arrastra en el los campos de cultivo de nuestra comarca por no decir en España”.

Por otro lado, Francisco Devesa remarca que la Cooperativa “no cesó su actividad totalmente, sino que finalizó la campaña en cuanto a la manufacturación y comercialización de naranja. Esta actividad para operar y servir naranja a las distintas plataformas que abastecen a los supermercados nacionales e internacionales, necesita la entrada de unos 800.000 kilos de naranjas, todo ello para ser viable y operativo, de acuerdo con las instalaciones que disponemos, lo que supone unos 40 millones de kilos por campaña, actividad que se viene haciendo más de veinte años”, razón por la que “al ser cortadas las líneas de crédito para comprar naranja, y al aportar los socios solamente 1,5 millones de kilos de naranja, hubo que finalizar esta actividad, que generalmente acaba a finales de junio”.

En cuanto a otras secciones de la Cooperativa, Devesa afirma que “siguen abiertas y se trabaja para su continuidad, como pueden ser los cuidados de campos de unos treinta socios que no pueden llevarlos, la gestión de la fruta de los socios, y el almacén de suministros, así como las labores administrativas y servicios a cada socio en su control y registro de sus parcelas y responsabilidades con la administración”.

Por otro lado, el presidente de los cooperativistas agrícolas resalta que “en cuanto a las cuentas anuales presentadas, la deuda bancaria, tanto a largo como a corto plazo, a fecha de 30 de septiembre de 2019, se ha reducido en 1.005.905 euros, siendo la deuda actual de 6.427.351euros”, y afirma que cuando en la noticia del pasado sábado “se habla de la poca diferencia de número de votos que aprobaron las cuentas anuales, no se indica que a la votación tuvieron acceso algunos de los socios que se han dado de baja, pues en el periodo de convocatoria de dicha asamblea la ley les ampara y pueden asistir, personas que abandonan el trabajo para salvar la cooperativa, no teniendo interés en su futuro”.

Finamente señala en el escrito que “a nuestro parecer se pone énfasis en buscar un culpable dando el nombre completo del anterior gerente, sin haber contrastado su gestión en los 35 años que ha trabajado en la Cooperativa, más aún cuando este ex trabajador no ha sido condenado a nada por su gestión haciéndole un daño tanto moral como social”.

Los trabajadores reclaman sus indemnizaciones por despido

La noticia publicada por INFORMACIÓN el sábado también hizo saltar a los trabajadores de la Cooperativa Agrícola de Altea cuando leyeron que a ellos les culpabilizaban desde la dirección al decir que “de los 80 trabajadores que había en la cooperativa, ni 20 compraban en nuestra tienda ‘charter’. Si hubieran comprado todos ahí en vez de ir al Valu o a Mercadona, aún tendríamos abierta nuestra tienda de consumo”.

En este sentido, el portavoz de la mayoría de los 106 trabajadores despedidos, Juan Asensi, señaló este martes que “con nuestro dinero compramos donde queremos. Y si no podíamos comprar en ‘Charter’, fue porque cuando nosotros acabábamos nuestra jornada laboral, el supermercado ya estaba cerrado”. Según Asensi, “nos parece una burla que en una deuda de más de siete millones de euros se pueda pensar que los trabajadores somos culpables de algo”, además de que “en ningún momento hemos tomado decisión alguna sobre el funcionamiento de la Cooperativa, con lo cual no se nos puede acusar de nada de la nefasta gestión hecha en ella”.

Los trabajadores están bastante dolidos “por la catastrófica gestión que se ha hecho. Pedimos que asuman las responsabilidades, tanto la dirección de la empresa como la junta directiva, únicos culpables de la situación de la Cooperativa”. Y aseveraron que “no hemos cobrado el mes de febrero, ni hemos recibido las indemnizaciones por despido, que reclamamos, a pesar de que los trabajadores hemos estado cobrando siempre por debajo del convenio, y cobrando las horas extras de sábados y festivos como horas normales para ayudar a la Cooperativa cuando ha necesitado de nosotros”.

Por último, Juan Asensi indicó que los trabajadores “lamentamos el final de la historia de la Cooperativa creada en 1948 por nuestros padres y abuelos. Que ahora, en 2020, se tenga que echar el cierre, nos duele y nos da mucha pena. Y nadie de la dirección de la Cooperativa nos tiene que acusar de ser los causantes de la mala gestión y cierre de nuestra cooperativa que han provocado ellos”.