La antigua cantera del Racó de l'Infern, situada en el parque natural de Serra Gelada en Benidorm, dejará de ser un agujero en medio de esta zona natural para convertirse una zona regenerada en la que la vegetación vuelva a ser la protagonista. Y todo por el proyecto que el promotor de uno de los planes parciales que se está desarrollando en Poniente ha puesto sobre la mesa y que pretende recuperar esta zona de minería que dejó un hueco en la montaña de 60.000 metros cuadrados. Así, la intención es rellenarlo y plantar más de 2.500 árboles y 3.600 arbustos autóctonos, además de dejar una zona de roca para las aves.
El Grupo Inmobiliario TM, agente urbanizador del sector 2/1 de Poniente, ya ha presentado el proyecto al Ayuntamiento y a la Conselleria, a la espera de que esta realice el estudio de impacto ambiental. Pero mientras, podrán comenzar a trabajar en la parte más baja de esta zona al estar fuera de la protección del parque natural. En concreto, esta cantera se localiza a espaldas de la rotonda en la que confluyen las calles Londres, París, Viena y Oslo; y cuyo acceso peatonal frente al Centro de Empleo «Pepita Puchades».
El director de Urbanismo de TM, Cristóbal Ruiz, explicó ayer junto al alcalde Antonio Pérez y la concejala de Urbanismo, Lourdes Caselles, que está zona está declarada además Lugar de Interés Comunitario (LIC) y Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA). La restauración se va a realizar con cerca de 178.000 m3 de residuos inertes adecuados procedentes de los sobrantes de los movimientos de tierra que TM lleve a cabo en la urbanización de la zona de Poniente. El presupuesto que baraja la mercantil es de 1,5 millones de euros, «inversión que habríamos hecho para llevar esos materiales a un vertedero» a más de 20 kilómetros de Benidorm, por lo que la iniciativa también contribuye a reducir la huella de carbono.
El proyecto tiene un plazo de ejecución de 9 meses y podría ser una realidad para la «primavera de 2021», según el alcalde. La actuación contempla cuatro fases de acondicionamiento del acceso; desbroce de la zona de obra y arranque de las plantas invasoras; reforestación y construcción de una red de drenaje para evitar arrastres; y por último, la revegetación con más de 2.500 árboles, como pinos, algarrobos u olivos, y cerca de 3.650 arbustos. Ruiz indicó que será «un bosque mediterráneo que genera un ecosistema que favorece una biodiversidad de flora y fauna».
Así, explicaron que es un proyecto «singular» ya que no existen canteras que se hayan recuperado en la zona. Además, el primer edil indicó que está ligado a cuatro Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030. Con todo, una vez restaurado, la mercantil cederá los terrenos al Ayuntamiento.
