La estación de autobuses es una de las primeras impresiones que miles de turistas que acuden a Benidorm tienen cuando llegan a la ciudad. Pero, además, es el lugar donde cada día muchos vecinos de la comarca o zonas cercanas también acuden para coger autobuses que les lleven de vuelta a sus lugares de origen. Los desperfectos y la suciedad se acumulan desde hace años por los rincones; un estado «ruinoso» que se alarga en el tiempo y que a solo un mes de Semana Santa no tiene perspectivas de cambiar a pesar de que se trata de una de las principales puertas de entrada de visitantes a la capital turística.
Las pantallas de esta instalación muchas veces ni funcionan. Las rampas y escaleras mecánicas tampoco suelen estar activas, y a los servicios les faltan piezas y acumulan basura. Pero, además, mirar hacia los techos es ver óxido que cae por las paredes, rejas caídas o huecos en las placas de escayola; y en las barandillas, cristales rotos y sucios. Y, con el paso del tiempo y sin una intervención, la situación va a peor.
La estación de autobuses sigue en manos de una empresa concesionaria, propiedad del empresario alicantino Enrique Ortiz, aunque, tras varios años de idas y venidas y desavenencias entre Ayuntamiento y la mercantil, el contrato está inmerso en una negociación entre ambas partes para intentar acabar con él y que el Consistorio pueda sacar de nuevo a licitación el mismo. Así que mientras tanto, el concesionario no ha hecho nada para mejorar las instalaciones más allá de pequeñas actuaciones que apenas son visibles para los ojos de aquellos que pasan por allí cada día.
Debido a ese estado de abandono, hace seis meses, en pleno mes de agosto y con la temporada turística en su punto álgido, el pleno del Ayuntamiento aprobaba por unanimidad una moción presentada por el PSOE para que fuera el Consistorio el que acondicionara y arreglara los desperfectos de la estación para después pasarle la factura al actual concesionario después de años de acumular desperfectos; es decir, tenía que ser la administración local quien, de forma subsidiaria, ejecutara la reparación, limpieza, y puesta a punto necesarios para, posteriormente, facturárselos al actual concesionario. Pero a un mes del inicio de la temporada turística, tampoco se ha cumplido.
Si en algo están de acuerdo tanto gobierno como oposición (PSOE y Cs) es que hay que actuar urgentemente en las instalaciones para mejorar la imagen que se da a los que llegan por esta puerta a Benidorm y, sobre todo, para mejorar la seguridad en este espacio y que cuente con todos los servicios necesarios. Fuentes municipales explicaron que la empresa adjudicataria ha estado «haciendo alguna actuación» en los últimos meses. Pero los socialistas tienen otra visión. El portavoz, Rubén Martínez, indicó que «la moción que presentamos en agosto sigue vigente y los técnicos dijeron que era viable la ejecución subsidiaria», así que reclaman que «se cumpla cuanto antes por el bien de la ciudad y del turismo», ya que la Semana Santa está a la vuelta de la esquina y «no podemos permitir que pase otra temporada».
Comercios cerrados
El estado en el que se encuentra la estación de autobuses también afecta al aspecto comercial. En ella existen una veintena de locales de los que ahora sólo tres están abiertos y tienen actividad: un conocido supermercado, una tienda de ropa y un gimnasio. En los últimos años, varios negocios han abierto sus puertas pero las han cerrado al poco tiempo dejando la estación prácticamente vacía a excepción de esas tres tiendas. Además, un hotel mantiene su actividad y tiene su entrada por una de las puertas de la estación. También le afecta el estado del inmueble, sobre todo el exterior donde se ven algunos desperfectos.
A un mes de la Semana Santa, la situación no parece que vaya a mejorar. Las fuentes consultadas por este diario no especificaron si el Ayuntamiento llevará a cabo ese acuerdo plenario e intervendrá en las instalaciones como piden los socialistas. Mientras, esa comisión paritaria entre empresa y concesionario sigue con sus reuniones periódicas para intentar solucionar un conflicto que se alarga en el tiempo. Cabe recordar que en 2014 se creó esa comisión mixta para resolver el contrato por mutuo acuerdo y cumplir así con la sentencia dictada por el TSJCV en 2007, y ratificada por el Supremo en 2012, que obligaba al Ayuntamiento a licitar de nuevo la explotación de la estación de autobuses. Desde 2018, se está negociando para lograr una solución mientras la estación sigue deteriorándose.
